OPINION

Estas son las razones por las que Antonio Banderas cae tan mal (a algunos)

Captura de pantalla 2017-07-11 a las 20.44.29
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El día en que  el actor Antonio Banderas dijo en la televisión que "se hace país con la gente que se la juega" dividió a los españoles en dos: por un lado, los que dijeron '¡bravo, Antonio, yo quiero ser como tú!", y por otro los que le criticaron por estar contagiado de un americanismo bobalicón.

Los que le criticaban no se quedaron allí: le echaron en cara que él en solo había dado un braguetazo casándose con Melanie Griffith. Se cabrearon porque parecía que Banderas apoyaba al neoliberalismo económico, y le lanzaron dardos por "ignorar la realidad española", y por un montón de cosas más.

Seguramente, estas personas no conocían a fondo la vida de Banderas. Este malagueño se vino a Madrid con 18 años a ganarse la vida en el mundo del cine. No escogió el mejor de los momentos pues en 1978, por mucho que se hable de la movida madrileña, el mundo del cine estaba en crisis: el número de espectadores en las salas de cine en 1980 era casi la mitad que en 1970.

El número de largometrajes estrenados también cayó en picado. En 1967 se produjeron más de 150. En 1979 menos de cien. Luego subiría a 140, pero a partir de 1983 la industria nacional del cine cayó en un declive imparable de calidad y de número de producciones, como relata el libro Historia social del cine español.

Ser actor en aquellos años era una profesión arriesgada. Pues bien, Banderas se fue abriendo paso, y logró crearse un nombre trabajando para Almodóvar, para Colomo, para Betriu.

Pero lo más difícil no había llegado. En 1992 tuvo la oportunidad de hacer una película hablada en inglés. Era en Los reyes del mambo, Como el malagueño no entendía nada, se aprendió sus diálogos de memoria. De ahí pasó a figurar en Filadelphia, película que ganó dos Oscar y que le dio la entrada definitiva en Hollywood.

Pero Hollywood no es un camino de rosas. Hay que ganarse el puesto en cada película, compitiendo con muchos actores de primera categoría y que conocen ese mercado.

Como si estuviera en medio de un videojuego, Banderas fue superando todos los obstáculos y se fue haciendo cada vez más famoso. Uno de los papeles que le dio más renombre mundial fue la del protagonista de Zorro en La mascara del Zorro.

Ha trabajado en el teatro, en musicales, pero también ha dirigido películas y sobre todo, ha defendido mucho su tierra y sus costumbres, como los pasos de Semana Santa. Nadie le regaló nada. Él mismo podía haber escogido obstáculos más sencillos, pero escogió los más difíciles.

Hace poco tuvo que ser hospitalizado por unos dolores en el corazón.

Pues bien, por todo eso, Banderas cae mal a algunos. Y les cae mal porque les restriega en la cara sus defectos. Cae mal a los que se quejan, a los que se imponen metas fáciles, y a los que no se arriesgan.

Por eso me cae tan bien.

Le acaban de dar el Premio Nacional de Cinematografía. Se merece eso y más.

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