OPINION

Las ventajas e inconvenientes de que apaguemos nuestras centrales nucleares

residuos nucleares
residuos nucleares

El anuncio de que la central nuclear de Garoña será definitivamente cerrada tiene un lado positivo y otro negativo: el positivo es que apagamos algo que es contaminante, y cuyos residuos estaremos aguantando durante siglos. El negativo es que ahora dependeremos más de otras energías que no nos dan tanta independencia como la energía nuclear. Y por supuesto, que pagaremos más caro el recibo de la luz a medida que se cierren centrales nucleares en España.

Ahora, la energía nuclear suministra de media el 20% de nuestro consumo eléctrico. En Francia supera el 50%.

La energía nuclear ha sido uno de los grandes descubrimientos del siglo XX. Las centrales atómicas empezaron a proliferar por el mundo después de la Segunda Guerra Mundial, porque los gobiernos que las podían construir descubrieron que ya no dependían de la subida o bajada del petróleo o del gas. Les daba independencia energética.

Si se compara con las energías renovables, la energía nuclear es mucho más independiente pues le da igual que llueva o haya sequía (como la hidráulica), que sople el viento (la eólica) o haga sol (solar). Siempre están ahí los átomos fisionándose y produciendo energía para generar electricidad.

Pero desgraciadamente es contaminante, sus residuos son de larguísima duración y los accidentes de las plantas nucleares son espantosos, como vimos con el de Fukushima, en 2011. Transportar y enterrar los residuos es algo que preocupa mucho, y hasta la policía tiene que vigilar los convoyes (ver foto de arriba).

La verdad, es una energía temible y antinatural.

Digo antinatural porque la energía nuclear se basa en romper átomos. Esta ruptura genera una enorme energía. Pero hay otra forma de producir más energía que se está experimentando en estos momentos en Europa.

Se trata de la planta de energía de fusión nuclear en Cadarache. Con el proyecto ITER se espera que antes del 2030 empiece a dar sus primeros frutos esta central. La energía de fusión, a diferencia de la de fisión, no consiste en dividir los átomos, sino en juntarlos.

Al juntar átomos, se libera una cantidad inimaginable de energía, que es lo que notamos cada día cuando sale el sol. La energía del sol está hecha de la fusión atómica.

Se supone que cuando esté listo Cadarache, tendremos energía barata para aburrir. Y encima, una energía que no es peligrosa.

Mientras tanto, tendremos que conformarnos con lo que hay. Y lo que hay es que subirá el recibo de la luz, porque desgraciadamente, nuestros ríos están secos, en verano no sopla el viento y estamos cerrando el parque nuclear.

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