OPINION

La entrevista que se adelantó a la crisis financiera (pero a la que casi nadie le hizo caso)

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En septiembre de 2007, hace diez años, la directora de El Semanal Mar Cohen me pidió que entrevistara a un economista español que daba clases en la London School of Economics. Se llamaba Luis Garicano. A mí no me sonaba de nada.

Mar había visto una entrevista en el Financial Times, donde Garicano hacía unas previsiones tormentosas sobre el futuro económico mundial, y me pidió que lo entrevistara. Encontré su teléfono y le llamé. Todo lo que me dijo me pareció catastrofista, exagerado y fuera del sentido común. Es verdad que habían estallado algunos problemas financieros en EUU y Reino Unido, pero nuestra economía era rocosa.

El equivocado era yo, lo cual se demostró un año después.

Esta es la entrevista a Luis Garicano, hoy responsable del área de economía de Ciudadanos, que se publicó hace 10 años.

P.- ¿Cuál es su visión de lo que sucede a escala mundial?

R.- Extremadamente negativa. Y siento mucha preocupación por lo que va a pasar en España. En ningún país salvo en España, la inmensa mayoría de las hipotecas son de interés variable. Las familias están muy endeudadas. El país es muy vulnerable. El coctel es megaexplosivo.

P.- ¿Qué falta para detonarlo?

R.- Me sorprende que estemos aguantando tanto. El mercado americano se veía que caía y en julio hizo crack. Se concedían hipotecas a gente sin ninguna garantía. Inglaterra ya está en lo mismo. Y España está aguantando el tirón. Cuando la gente vaya a refinanciar sus hipotecas, va a encontrarse que les ha subido de precio. Además, el Banco Central Europeo no está pensando en España sino en Alemania, y allí no tienen problemas de hipotecas.

P.- Si la gente no paga sus hipotecas, se les desahucia. Eso es una cadena terrible. ¿Dónde puede acabar?

R.- La cuestión consiste en saber cuándo se va a transmitir al conjunto de la economía. Es cuestión de meses. Puede bajar el empleo en construcción, y luego la gente, al percibir que tiene menor riqueza, restringe el consumo. Y los bancos puede que disminuyan los créditos a otros sectores. Eso puede pasar a corto plazo.

P.- ¿Catástrofe, colapso, crisis?

R.- Vamos a ver una situación de crisis.

P.- ¿Recesión, como dice un partido político?

R.- A medio plazo, recesión.

P.- ¿Hasta qué punto las elecciones de 2008 están ocultando la realidad económica?

R.- El gobierno se va a poner a hacer gastos a lo loco para camuflar la crisis: ayudas a los niños para ir al dentista, ayudas a vivienda, y todo eso puede ayudar a la economía. Eso es inyectar dinero aunque sea por motivos electoralistas.

P.- ¿No cree que cuando se habla de crisis, al final todos caemos presa del pánico y se detiene la economía?

R.- Si todo el mundo piensa en eso, se desata el pánico. Es lo que ha pasado en Gran Bretaña con el banco Northern Rock. Todos empezaron a retirar depósitos y cuando el mismo banco fue a pedir prestado a otros bancos, se encontró con que no le querían prestar porque eso aumentaba su riesgo. Tonto el último.

P.- ¿No le sorprende que a pesar de que hay gente joven que gana menos de mil euros, se entrapan con créditos a 40 años y carísimos? ¿Cómo los pagan?

R.- No los pueden pagar. Todos tienen la percepción de que los precios de las casas van para arriba. Por eso se entrampan ahora y piensan que van a vender más caro después, porque esos son sus ahorros

P.- Es como ir a un casino y poner todos los ahorros en una ficha.

R.- Sí. Nadie está diversificando. Si yo pidiera un crédito de 150.000 euros al Santander para invertirlo todo en una compañía de internet, la gente me diría: “¡Estás loco!, mejor invierte en varios sitios, diversifica”. Pero en España a todo el mundo le parece normal meter sus ahorros en una casa.

P.- ¿Se debe a que el español es miedoso?

R.- Sí, pero el colmo es que cree que apostar en los ladrillos es lo más seguro. Es la estrategia más arriesgada .

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