OPINION

Roll-it, una casa rodante de verdad

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Roll-It es una casa experimental que respira frescura por su único costado, que es continuo a lo largo del perímetro del cilindro que la contiene. La concepción arquitectónica es el resultado de la colaboración entre distintos departamentos dentro de la Universidad de Karlsruhe, Alemania.

Este prototipo cilíndrico modular proporciona un espacio flexible dentro de una unidad de vivienda mínima que incluye tres ambientes diferentes: una cama, una cocina con un fregadero y una sección de cilindro central que gira sobre su eje, para hacer ejercicio sin salir de la casa o para trasladarse con la vivienda sin echar el desayuno en el intento.

La cubierta interior está formada por una serie de paneles laminados OSB, cada uno de 15 mm de espesor, que cubren los anillos de apoyo. Unas aberturas rectangulares en las paredes laterales permiten la entrada de luz natural en la estructura, mientras que la puerta principal sirve de mirador.

Estructuralmente, el prototipo incluye una cubierta exterior con cuatro aros de apoyo sobre la capa interna rígida, mientras que una membrana translúcida envuelve el cilindro como piel exterior y sirve como espacio publicitario para los patrocinadores, que no podrán resistirse a financiar este impagable soporte doméstico.

Como elementos de seguridad, Roll-it trae unos listones de madera que calzan la casa para que no salga colina abajo. El concepto puede servir tanto de vivienda como de oficina de campo, ya que al girar las secciones de muebles y sincronizarlos en otra posición se obtienen distintas configuraciones de amplitud.

Y es que en Roll-it todo gira para adaptarse a las circunstancias; todo menos el inodoro, que está fijo con bisagras, por razones que todos podemos entender. El centro de la estructura se puede utilizar tanto para actividades deportivas y como para el control de iluminación gracias a la energía que se obtiene de la rotación del impulsor.

Este proyecto fue desarrollado como parte de un concurso de diseño en colaboración con el Instituto de Diseño Industrial alemán. Los estudiantes Christian Zwick y Konstantin Jerabek, padres de la casa rodante, se hicieron con el premio, por este elemento constructivo móvil que permite un universo de asentamientos humanos espontáneos.

Posibilidades de comercialización: 50%, que una casa ruede puede ser una virtud...o un auténtico inconveniente.

Fuente: Detail

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