Una empresa que trata de inspirar a sus consumidores en la forma de ahorrar energía debería empezar por la sensibilización de su propio personal. Pero en lugar de usar una seca conferencia, carteles en las paredes o un correo interno, las medidas inusuales pueden ser la mejor opción para concienciar a los empleados.
Y nada mejor que convertir el derroche de energía en algo realmente visible. Es lo que han hecho en el cuartel general de RWE, es el segundo productor de energía en Alemania después de E.ON, donde han colocado en varios de los enchufes de sus oficinas una instalación de arte informativa creada por Jung von Matt.
Esta señalización visual transforma los enchufes en fuentes de colores que indican el verdadero derroche de electricidad al que el ser humano está acostumbrado, pero haciéndolo tangible en forma de caño por el que se va la sangre de nuestro planeta.
Vía Paper Plane
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