OPINION

El ketchup Heinz quiere volver a ser tu amigo en Facebook

HEINZ1
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El pasado mayo, y por primera vez en 40 años, la marca de ketchup Heinz, presente en más de 50 millones de hogares americanos (sus moradores se zampan una media de tres botellas al año) anunció que modificaría la receta de su famosa salsa colorada.

El ketchup, creado por Henry J. Heinz en 1876 , es una salsa de tomate condimentada con vinagre, azúcar y sal. Precisamente es la sal lo que han tocado, bajando su contenido en un 15%, algo que hará algo de bien a la salud de muchas personas. Sin embargo, el anuncio hizo mucho mal en el paladar de algunas otras.

Dado que éste se realizó con calculada discreción, en el Facebook de la marca, y a que vino acompañado de la afirmación que sólo cambiaría el interior, no el exterior (la vieja etiqueta frontal no mostraría ninguna alusión), muchos de los consumidores que aman el saborcillo salado de su marca habitual se levantaron en armas, exigiendo no sólo la paralización del macillamiento de la fórmula secreta, sino que también que sacaran un bote ad-hoc para gente poco salada, dejando el original en paz.

“POR FAVOR NO CAMBIEN SU RECETA !!!!!!!!! Necesitamos sal en nuestras dietas. El que quiera hacer una dieta de bajo contenido en sodio, que la haga ..... pero no te metas con la perfección”, escribia uno. Otro añadió: “No, no, no!! Nos gusta nuestra salsa de tomate tal y como ha sido durante 100 años. ¿No recuerdan el fiasco de la “New Coke” ?!?”

Muchas de las críticas de los casi 400.000 “amigos” en Facebook de Heinz fueron iracundas, algo que seguramente haría revolverse en su tumba a Henry J., que si levantara la cabeza haría rodar otras por hacer cambios en su ketchup y anunciarlos en una cosa tan extraña, para él, como Facebook.

Pero los actuales dirigentes sí que saben del poder de los Social Media en los tiempos que corren. Incluso se lo creen demasiado, pues han querido recuperar la confianza perdida en Facebook con otra idea aún más peregrina: cambiando también la etiqueta, una etiqueta registrada hace decenios conjuntamente con la forma de la botella.

En esta nueva etiqueta, que mucho nos da que va a ser tan efímera como la ocurrencia de la sal, se llama a la unidad de los amantes del ketchup, invitando a los consumidores a volver a ser amigos de la marca en el caralibro. Todo en grandes letras, olvidándose de la imagen del tomate colgante e incorporando, en azul contrastado, el logo de Mark Zuckerberg, un señor que en la última película sobre su persona no sale muy bien parado por sus gustos sexuales y culinarios.

“¿Está Heinz tan desesperada que necesita un golpe de efecto para “encontrarnos en Facebook" rompiendo la icónica etiqueta del envase?” se preguntan ahora los fans de la marca en el propio Facebook, mientras también se cuestionan si esta obsesión por la red social se les está yendo de las manos, como muestra este aterrador alegato en forma de etiqueta que clama por la amistad digital.

Sin embargo, aunque es la primera vez que Heinz pone otro logo sobre el suyo, no es la primera vez que cambia la etiqueta. Sus creativos publicitarios llevan desde 1999 ideando, sorpresivamente, etiquetas lanzaderas que puedan enganchar a los jóvenes y adolescentes, el sector donde sus competidores le han robado mayor cuota de mercado.

Hace unos años se pudo ver una etiqueta temporal de Heinz que decía “Trabajaría por comida”; otra que insinuaba “No puedo mejorar el broccoli”. Con esta última (“Amantes del ketchup, uniros a mi en Facebook”) la marca no solo constata su obsesión por engordar a los adolescentes en el medio que mejor conocen. También muestra claramente que no necesitan un cambio de etiqueta, pero sí uno de agencia de publicidad y marketing. Y urgente.

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