OPINION

“Un pequeño paso para el Congo, un gran paso para la Humanidad”

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África no es precisamente una potencia mundial en tecnología espacial. Sudáfrica, el país cuyo PIB supone un 25% del continente, está haciendo sus pinitos con su programa espacial. Mucho más humilde y voluntarioso es el programa espacial congoleño, que lleva cinco años desarrollándose en Kinshasa, gracias al empeño de un científico singular, Jean-Patrice Keka Ohemba Okese.

El programa Troposphere ha constado de cinco fases, dos de ellas exitosas, dos fallidas y la última cerrada en semifallo en 2009, después de que el cohete Troposphere V no siguiera la trayectoria prevista y falleciera su único ocupante, una rata, el primer ser vivo puesto en órbita desde el país centroafricano.

La iniciativa de Keka es totalmente privada, aunque cuenta con el beneplácito de los gobernantes congoleños, como puede verse en el vídeo del lanzamiento del último cohete, fechado en 2009. Jean Patrice Keka es propietario de una pequeña empresa, DTA, Dévelppement Tous Azimuts, que consiguió reunir 50.000 dólares para el que probablemente haya sido el programa espacial más modesto de la historia (con permiso de los lanzamientos caseros).

El programa Troposphere se inició en 2005 con la idea de lanzar cinco cohetes experimentales a una altitud máxima de 36.000 metros. Los lanzamientos deberían servir como prueba para poner en órbita el primer satélite congoleño. Los cohetes “made in Congo” han sido fabricados en la pequeña sede de Menkao en Kinshasa, la capital del Congo.

Troposphere II fue el primer cohete lanzado con éxito, después del fallo de su predecesor, y alcanzó una altitud de poco más de un kilómetro en 35 segundos. En julio de 2008 tuvo lugar el segundo lanzamiento exitoso, el Tropospere IV, que alcanzó 1,5 kilómetros de altitud en 47 segundos, triplicando la velocidad del sonido.

Este último éxito supuso la entrada del gobierno congoleño en el programa, ávido por participar en lo que ya era un sensacional avance tecnológico adelante para un país africano. Troposphere V ya era un cohete “serio”, con sus 5 metros de longitud, 750 kilos de peso y su tripulante roedor. Aunque la intención era que alcanzara 36 kilómetros en 1,5 minutos, lo cierto es que el cohete no tomó la dirección vertical prevista sino que describió una parábola con dirección al suelo y choque final. Aun con todo, Keka afirmó ufano ante los medios congregados:

“El lanzamiento ha sido un éxito. Se trata de un pequeño paso para el Congo pero un gran paso para la Humanidad”.

El vídeo del fallido lanzamiento de Troposphere V se ha convertido en un pequeño clásico del humor involuntario en YouTube. Más información sobre DTA y el programa Troposphere, aquí.

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