OPINION

Plan de la Nasa para desviar la basura espacial con rayos láser

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La ilustración que acompaña este artículo exagera sobremanera la cantidad de basura espacial que circunda el planeta, pero nos da una idea meridiana de los residuos generados tras 50 años de telecomunicaciones en órbita. Se calcula que hay 20.000 fragmentos de objetos abandonados que circundan la Tierra suponen un peligro para satélites y naves tripuladas; el año pasado contamos el proyecto de basurero espacial, que debería estar funcionando en 2017.

Un reciente estudio de la Nasa propone utilizar un rayo láser enfocado con un telescopio para desviar aquellos fragmentos que amenacen con impactar un satélite o la Estación Espacial. Según explica la revista Wired, “cada fotón de un haz de láser lleva una diminuta cantidad de momentum. Juntos, todos los fotones del rayo pueden ralentizar el recorrido de un trozo de metal a razón de 1 centímetro por segundo”.

Eso significa que accionando el láser una o dos horas diarias debería ser suficiente para mover el objeto unos 200 metros al día, según los investigadores, un margen suficiente para evitar más de la mitad de las colisiones de satélites con trozos de basura espacial.

No es la primera vez que los científicos sugieren el uso de rayos láser para lidiar con la basura espacial. En anteriores planes, sin embargo, los láseres sugeridos hasta la fecha eran de origen militar y, por tanto, más expeditivos: en lugar de desplazar los fragmentos el láser los vaporizaba. Esta opción fue descartada finalmente por el “coste prohibitivo”, así que los técnicos han pasado al plan B: un láser similar al que se utiliza para cortar las piezas en los procesos industriales. El coste total oscila entre el medio millón y los 10 millones de dólares, instalado y funcionando.

Aunque aún no hemos alcanzado el escenario apocalíptico descrito por el astrónomo Don Kessler en 1978, en el cual la cantidad de basura espacial se acumularía en torno a un cinturón flotante que impediría volar a ciertas altitudes (el llamado “síndrome de Kessler”), lo cierto es que ya se han producido algunos accidentes importantes, como la colisión de dos satélites de comunicaciones en 2009 o el impacto que estuvo a punto de llevarse la estación espacial unos meses después y que se evitó por metros.

Posibilidades de construcción: 30%. Deberán caer unos cuantos satélites más para que el plan supere la fase especulativa en la que se encuentra.

Visto en Wired.

Y además:

-El camión de la basura espacial podría empezar la recogida de residuos en 2017.

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