OPINION

Cerveceros neozelandeses presenta un revolucionario electrodoméstico capaz de preparar 23 litros de cerveza en siete días

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WilliamsWarn Personal Brewery; quédense con su nombre pues así se bautiza el milagro que los bebedores de cerveza han estado esperando durante 5000 años, la tecnología necesaria para permitir que uno elabore la cerveza perfecta sin salir del hogar. Hagan sitio entre la cafetera o la máquina de pan, porque si la Tierra se hizo en siete días...¿no se va a poder hacer cerveza, que también es complicado, en el mismo tiempo?

La máquina incorpora seis de las principales características técnicas de una fábrica de cerveza convencional, pero en un recogido aparato todo-en-uno que permite “elaborar la cerveza más fresca en el planeta con el mínimo esfuerzo”; y degustarla con el grifo que trae incorporado.

El novedoso sistema elimina muchos de los problemas de oxidación, el control de temperatura y el período de carbonatación a los que se enfrentan los "cerveceros caseros", para reducir las 4 semanas del proceso habitual a sólo una semana de nada.

Ian Williams y Avisar Anders, socios en la empresa, aparentemente han solucionado los handicaps a los que se enfrentan miles de fábricas de cerveza de todo el mundo, para simplificar el proceso de elaboración y las inconsistencias en el producto final.

El proceso que han patentado asegura la oxidación mínima del producto, lo que hace que la cerveza producida en la WilliamsWarn Personal Brewery salga con increíble frescura. Y al ser un proceso industrial a escala mínima, también permite elaborar los 78 estilos de cerveza oficiales, así como la opción de desarrollar uno propio.

La máquina fue inicialmente ideada por el neozelandés Ian Williams en 2004, mientras discutía de las dificultades de la elaboración de la cerveza con su tío, tras un viaje de vuelta de su trabajo como consultor internacional cervecero.

Tras esa charla comenzó a investigar los problemas relacionados con la fabricación de la cerveza en casa, una práctica muy común en Nueva Zelanda desde la década de los setenta, aunque muchos aficionados siguen desencantados con la calidad del resultado final, demasiado mediocre.

Así que se asoció con Anders Avisar, un ingeniero y amigo cercano, para dar forma al material con que se hacen los sueños del bebedor de cerveza.

Finalmente, en 2011, después de varias rondas de inversión para construir distintos prototipos, después de 100 tipos de cervezas fabricadas y de docenas de catas a ciegas, las primeras unidades y los ingredientes que se utilizarán para la elaboración están listos para la venta. Cada paquete de, por ejemplo, rubia Ale, costará unos 40 dólares neozelandeses (21 €); y dará para fabricar 27 litros de cerveza propia

Williams ayudó a la cervecera Tiger Beer de China a obtener un premio mundial con sus productos en 1999 y ahora quiere llevar la magia de sus procesos a todos los públicos. Por eso la máquina viene con tres funciones: el modo básico o "a prueba de idiotas", el avanzado (que requiere más ingredientes y puede preparar los 78 tipos de cerveza) y el creativo, donde uno puede gustarse con cervezas de distintos aromas y composiciones.

La "cervecera personal" costará 5.500 dólares neozelandeses (casi 3.000 euros) y pretende aliviar una de las principales frustraciones de los aficionados a la fabricación de cerveza casera, que es la paciente espera de cuatro semanas para poder beber el primer sorbo.

La WilliamsWarn Personal Brewery inicialmente se venderá en Nueva Zelanda solamente. Sin embargo, hay planes de expansión en el resto del mundo. Será en cuento los aficionados de su país, sin duda los más sibaritas a la hora de elaborar cerveza de calidad, den su visto bueno en forma de ¡Salud!

The WilliamsWarn Personal Brewery from WilliamsWarn on Vimeo.

Más info: WilliamsWarn Personal Brewery

Vía About Inventors

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