OPINION

Los científicos descienden por primera vez hasta la cámara magmática de un volcán

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El volcán islandés Thrihnukagigur es conocido como un "volcán dormido", debido a que podría "volver a la vida" en cualquier momento. También es reconocido por ayudar a crear la forma de la isla del Atlántico que hoy llamamos Islandia, cuando se produjo su última erupción hace 3.000 años.

Es muy parecido al volcán Eyjafjallajökull, de tan ingrato recuerdo para las autoridades de Aviación Civil. Aunque el Thrihnukagigur podría entrar en erupción al igual que su también compañero de impronunciable nombre (se encuentran separados sólo 160 km), por primera vez en la historia el hombre han descendido 200 metros hasta a la cámara magmática de un volcán, de este volcán.

Está cámara es el foco o zona de donde procede el material magmático (roca fundida), que posteriormente será arrojado en forma de lava por el cráter, a través de la chimenea que los comunica. Ahora, 50 años después de que un hombre llegara hasta el espacio, un investigador de la Universidad de Islandia ha puesto sus pies en el corazón de un volcán.

El Dr. Freysteinn Sigmundsson, de 44 años, y su pionera expedición, bajaron 200 metros con cuerdas por la chimenea del Thrihnukagigur hasta posar sus pies en el preciado espacio.

El equipo se componía de dos científicos y 15 personas de apoyo, incluyendo expertos montañeros que estuvieron acompañados por un equipo de filmación y un fotógrafo de National Geographic para documentar este evento sin duda histórico, que han plasmado en el documental Into Iceland's Volcano.

Aunque existen personas que se han aventurado al interior de cráteres volcánicos relativamente poco profundos, situados cerca de la superficie de la Tierra, este equipo es el primero en explorar las partes más profundas de un volcán.

“El Thrihnukagigur es único. Es como si alguien hubiera tirado de la cadena y todo el magma se hubiera ido por el desagüe", afirma el vulcanólogo Haraldur Sigurdsson en el documental, que también acompañó a la expedición.

Gracias a este descenso los científicos han podido aprender valiosas lecciones sobre la naturaleza interior de una de las fuerzas más destructivas del planeta, de su complicado sistema de tuberías y de las capas de roca que tienen que atravesar la lava hasta salir al exterior.

El Dr. Sigmundsson describió la sensación de ser el primer científico en mirar una cámara de magma desde el interior como si estuviera en una formidable sala teñida de rojo, debido al mineral de hierro oxidado que había forrado las paredes durante miles de años.

"Me sentí pequeño en comparación con las fuerzas de la naturaleza", dijo. "Me sentí profundamente conmovido por la belleza y tranquilidad del interior del volcán”.

Vía National Geographic, que emite el documental "Into Iceland's Volcano" el próximo 8 de abril en su canal temático.

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