OPINION

Se pone en funcionamiento cerca de Amberes el primer túnel ferroviario solar

tunel def2
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La línea de alta velocidad que va desde París a Amsterdam pasa al llegar a Amberes por medio de un antiguo bosque cercano a esta ciudad.

Para evitar la necesidad de talar los árboles protegidos, así como para evitar problemas de caídas sobre el tendido eléctrico, se ha construido un largo túnel exterior sobre la línea, que ha sido coronado con 16.000 paneles solares monocristalinos a lo largo de los 2,1 km. de su longitud, que también corren paralelos a la autopista E91.

A partir de hoy lunes, la electricidad producida por este túnel será equivalente a la necesaria para alimentar a todos los trenes en Bélgica durante un día y, también, ayudará a dotar de energía a la estación ferroviaria de la ciudad.

Esta innovación es la primera en su tipo que se instala en un sistema de transporte público en el mundo y su objetivo es crear un modelo que espera ahorrar 47,3 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono durante los próximos veinte años.

El túnel ha sido revestido por miles de paneles solares, con un coste total de 14 millones de € sufragados por el no-gobierno del país. Ocupa un espacio total de 50.000 m2 (equivalente a ocho campos de fútbol) y, aparte de alimentar el túnel ferroviario en sí, estos paneles solares también están destinados a atender las necesidades energéticas de Amberes: se estima que generará cerca de 3,3 MWh de electricidad al año, o el equivalente a las necesidades de 950 familias.

Los paneles han sido instalados por la empresa de energía renovable belga Enfinity, que afirman que estos túneles solares son muy beneficiosos también para los operadores de los trenes, ya que es la mejor manera de reducir sus huellas de carbono, ya que pueden utilizar espacios que no tienen tanto valor económico como otros. Además, los proyectos pueden ser entregados dentro de un año no más, ya que no atraen tantos inconvenientes ni lentitud como la energía eólica.

En otros puntos de la Unión Europea también se están llevando a cabo proyectos paralelos de este tipo de túneles, que incluyen uno en Italia, financiado por el gobierno, y uno en Francia, en la línea de ferrocarril entre Poitou-Charentes. Sin embargo estos últimos sólo atienden a la producción de energía para alimentar los sistemas de aire acondicionado de los ferrocarriles, a diferencia del caso de el túnel de Amberes, que funcionará a plena capacidad de carga a partir de energía solar.

Con la creciente demanda por viajar rápido, y teniendo en cuenta el delicado estado de equilibrio ecológico, estos proyectos son uno de los caminos a seguir para reducir la huella de carbono de los ferrocarriles y una vía factible en el ámbito del desarrollo sostenible de nuestros entornos urbanos.

Vía The Guardian

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