OPINION

Hydro Lance Corporation, la empresa que convierte aviones jubilados en transbordadores ultra-rápidos

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Hydro Lance Engineering, Inc. es una compañía californiana que ha desarrollado una tecnología para convertir las viejas aeronaves comerciales en barcos de pasajeros de gran estabilidad.

Utilizan un novedoso sistema de pontones de flotación, bautizado como Hydro Lance H.A.R.T.H. (High Aspect Ratio Twin Hull), y con ellos la compañía se ha propuesto convertir los cada vez mayores cementerios de aviones a reacción en un ejército de transbordadores marítimos de alta velocidad.

Lo hacen mediante la eliminación de las alas y uniendo los fuselajes con el motor de cola a este casco ultra-afilado, diseñado para cortar las olas y, casi, volar sobre ellas, ya que reduce la resistencia y el arrastre del casco hasta en un 93%, en comparación con otros cascos convencionales.

La idea es adaptar los motores a reacción para que sustituyan a los de explosión y así lograr ir al doble de velocidad que los más rápidos transbordadores de pasajeros de línea regular.

Según la compañía, sus transbordadores híbridos cogen lo mejor de ambos mundos y aceleran varias veces más rápido que los barcos convencionales, utilizando sólo la mitad del combustible y emitiendo menos contaminantes por tonelada o pasajero milla en comparación con los barcos convencionales oceánicos. Y podrían ir a una velocidad de crucero de hasta ¡160 nudos!. La tecnología H.A.R.T.H. garantiza “que no hay mareos a bordo”.

El plan inicial de Hydro Lance es comenzar con la adaptación de un Boeing 727 que acaba de jubilarse del servicio, que van a reutilizar para que de 150 pasajeros se pueda aumentar la capacidad a 700 pasajeros y así cruzar los mares a una velocidad media de alrededor de 120 km/h, aunque en "a corto plazo esperamos llegar pronto a los 200 km/h".

Puede sonar ciertamente increíble, pero en Hydrolance llevan testando la tecnología de flotación H.A.R.T.H., desde el año 2000, con una inversión en el proyecto de cerca de 3,8 millones de dólares. Su objetivo, con varias rondas de financiación ya superadas, es cambiar las reglas para el nuevo diseño y construcción de buques de transporte de superficie.

Con una mejor resistencia al avance gracias a los nuevos cascos y una mejor eficiencia de combustible que un buque convencional, un buque híbrido de Hydro-Lance podría cruzar el mar a la misma velocidad que conducimos en coche por una autopista.

Por ejemplo, la distancia desde Los Angeles a Honolulú es de aproximadamente 2.300 millas náuticas; pero “está a sólo 30 horas o menos de tiempo de transporte en un buque de Hydro-Lance”. Podría ser una solución, por ejemplo, para moverse cuando el humo de un volcán paraliza el transporte aéreo mundial.

Los californianos afirman que, dependiendo del diseño, las características, los niveles de lujo y una buena economía en la selección del astillero constructor, uno de sus transbordadores podría salir por un coste aproximadamente de entre 11.000 $ a 22.000 $ por tonelada de desplazamiento de buque construido.

Desde luego no especifican los costes de mantenimiento de un avión viejo o si los barcos irán con una barcaza-grúa en la popa por si se quedan tirados en mitad del mar. Pero la idea es que ellos comprarían los aviones jubilados a 1 millón de dólares para adaptarlo por otros 3 millones adicionales.

De ahí, sólo queda venderlos a la naviera que se atreva a abrir brecha con este novedoso retruécano ingenieril que, a buen seguro, promete levantar miradas (y sombreros a reacción) en cualquier puerto donde, alguna vez, llegue a amarrar.

Más info y ensoñaciones: Hydro Lance Corporation

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