OPINION

Los inquietantes muñecos personalizados de la Fábrica de Clones japonesa

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El año pasado hablamos aquí de una pequeña empresa española que había inventado las fotogafías 3D personalizadas, pequeñas esculturas de realizadas a partir de fotografías digitales e impresoras 3D. En Japón han dado una vuelta de tuerca a la idea (no sabemos si inspirados en 3DU) y han puesto en marcha Clone Factory, un estudio en el que puedes hacer un “clon” de ti mismo adaptado a cualquier muñeco que se adecúe a tu perversión: un soldado de la Starship Trooper, una muñeca de trapo o una polichinela.

Clone Factory dispone de un estudio en el barrio tokiota de Akihabara, según la minuciosa crónica de Danny Choo, el tipo que ha acabado fabricándose un mini-yo alistado en las Tropas Imperiales. Las muñecas articuladas de rostro humano se llaman Jibun-San, que quiere decir algo así como “yo”. Las jóvenes casamenteras utilizan las Jibun-San para probarse el vestido de novia, primero, e inmortalizar después ese gran momento en la estantería correspondiente del salón.

Eso sí, hay que ser un friki muy pudiente para hacer un clon tuyo para integrar en tu colección de muñecos de “Perdidos”. Los clones nipones cuestan al cambio 138.000 yenes, unos 1.200 euros. Con ese dinero uno puede hacerse media docena de muñecos de talla XL en la tienda de la madrileña calle Fuencarral.

Posibilidades de éxito: 20%. Así como los muñequitos de 3DU resultaban rústicos y un tanto hieráticos, los que salen de Clone Factory entran de lleno en lo que en robótica se denomina el “valle del desasosiego” (uncanny valley), esa sensación de inquietud que nos provocan los humanoides demasiado parecidos a nosotros, verbigracia, los dibujos animados hiperrealistas o los robots con aspecto de persona... más humanos que los humanos.

Visto en Danny Choo. Página web de Clone Factory.

Y además:

-Una empresa española, pionera en “fotografías tridimensionales” por ordenador

-Un avatar robótico para llevar a tus seres queridos en el hombro

-Corea del Sur sustituye a los “promiscuos” profesores de inglés por robots controlados desde Filipinas

-Los robots entran en la guerra por la reputación digital

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