OPINION

Una unidad policial para censurar los insultos al rey de Tailandia en Internet

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El rey de Tailandia saluda desde un edificio de Bangkok. Foto: Marshal Segal (CC, Flickr).

¿Te imaginas que la Unidad de Delitos Informáticos de la Guardia Civil tuviera diez agentes dedicados exclusivamente a borrar los insultos a la Familia Real en Internet? Es impensable claro: España es una democracia y nadie insulta a los Borbones, ni en Internet ni en casa.

Fuera bromas, en Tailandia existe una división de censores en Internet que hace exactamente eso: borrar las páginas y comentarios en Internet y redes sociales que resultan ofensivos para su monarca, Bhumibol Adulyadej. Según relata The New York Times, hasta diez agentes forman parte de la llamada Oficina para la Prevención y Supresión de Crímenes Tecnológicos en Bangkok, una división que ha suprimido 60.000 páginas y bloqueado otras 10.000 por insultar al rey y a su familia en los últimos cuatro años.

El culto a la personalidad del rey Rama IX es notable, como sabe cualquier turista que se pasee por las calles de Bangkok: fotos gigantescas del rey presiden edificios y rotondas de la capital. Se da la circunstancia de que Adulyadej es el jefe de Estado más longevo del mundo, pues lleva ejerciendo de rey desde 1946.

Pero estas seis décadas y media no han servido para romper el tabú sobre la familia real tailandesa, un tema sobre el que se discute “elípticamente”, según el diario. El ‘ciberinspector’ al cargo de la unidad informática admite que los insultos hacia el rey se incrementaron sensiblemente a raíz del golpe de Estado militar en 2006, que contó con el apoyo del monarca.

Insultar al rey sale muy caro en Tailandia. Cualquier súbdito que “difame, insulte o amenace al rey o a la reina” puede ser condenado a 15 años de prisión, según la ley tailandesa. Por si fuera poco, el gobierno militar dictó en 2007 la Ley de Delitos Informáticos, según la cual uno puede ser condenado hasta cinco años de prisión por diseminar información digital que viole “la paz , la concordia o las buenas costumbres del pueblo”, en lo que es llanamente un férreo control de la libertad de expresión.

Los internautas y activistas tailandeses denuncian que, con la excusa de proteger el buen nombre del rey, el gobierno ha aprovechado para cerrar miles de páginas críticas con el régimen.

Visto en The New York Times.

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