OPINION

Placas solares basadas en lentes de Fresnel para suministrar electricidad y calefacción a toda una casa

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A pesar de su conveniencia, la energía solar tiene sus detractores, que centran sus protestas en el sistema utilizado para recogerla: las placas. Unos se quejan de su escasa eficiencia. Otros, de lo antiestético de dichas placas. Pero es posible que dos científicos iraníes, afincados en Italia hayan encontrado la solución a estas quejas tan comunes.

Light Farm, su proyecto, ofrece una doble solución. Por un lado, sus placas están diseñadas para actuar como adorno y recubrimiento de toda la fachada de cualquier edificio, aprovechando mucho más la luz. Y por otro, su eficiencia ha sido aumentada espectacularmente: más del doble de una placa convencional.

Una propuesta revolucionaria que, de prosperar, puede que muchos por fin digan eso de “cariño… ¿y si instalamos unas placas solares en casa?”.

Como decimos, las placas fotovoltaicas más comunes apenas consiguen aprovechar un 19% de la energía.  Los más modernos paneles de alta concentración (HCPV), utilizados por Light Farm aumentan esta cifra hasta un 40%. Además, sus placas utilizan lentes de Fresnel, lentes de gran apertura y una corta distancia focal dispuestas en una fina capa de cristal para concentrar esta luz y aumentar su efectividad… y además también están diseñadas para almacenar el calor.

Y es que aquí radica otro de los aspectos más revolucionarios del proyecto: la energía restante también se aprovecha. El calor no absorbido por las células energéticas es transmitido a radiadores, que almacenan este calor para emplear en la calefacción o para calentar el agua. Este sistema de almacenado sigue siendo extremadamente eficaz incluso en invierno o días con menos sol. ¡O eso nos aseguran!

Claro que el exceso de calor podría ser un problema, que ya tienen cubierto. Sería necesario instalar unos depósitos de agua (de 400 litros), recubiertos por parafina, para almacenarlo. La parafina, por su escaso coste y alto punto de fundición es el material ideal para conseguir que el tanque almacene el agua caliente, de la que podemos disponer durante todo el día, y disipar el exceso de calor.

La instalación de ese tanque es quizá el punto más flojo del proyecto de los dos científicos, que han procurado una solución alternativa para empresas y edificios mayores que una residencia unifamiliar: sacrificar la placa por una más convencional del tipo CPV, con un rendimiento algo menor, del 28% , y sin capacidad de almacenar el calor.

Pero es en este tipo de edificios donde entra en juego otro aspecto de la idea, algo más frívolo, pero igualmente importante: es perfectamente adaptable a sus fachadas.

Las fotos que veis corresponden a ejemplos de cómo Light Farm puede adaptar la apariencia de las placas, personalizadas a gusto de sus propietarios para actuar como adorno y no estropear el perfil del edificio. Dado que las placas utilizan una lente, es tan sencillo como poner el motivo deseado detrás y este es ampliado hasta ocupar todo el cristal.

Por supuesto, que el motivo sea bonito o atractivo ya depende del gusto de cada uno.

Light Farm anda buscando inversores para seguir financiando la investigación y comenzar a trabajar a una mayor escala en un futuro próximo. Según sus informes, los componentes escogidos, tales como parafina o polímeros, y el progresivo abaratamiento del HCPC, conseguirán un precio razonable para el proceso de fabricación.

El resultado: que instalar este tipo de sistemas tan avanzados no supondrá una inversión mayor que la realizada para las menos eficientes placas fotovoltaicas convencionales, y su mayor eficiencia supone un mayor ahorro a medio y largo plazo. Un proyecto ilusionante y versátil que esperamos consiga salir adelante.

Vía | Mohsen-Saleh

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