OPINION

Cuando los koalas se suben a un poste de la luz en medio de ninguna parte

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Empapado y muerto de hambre, este koala bien podría ser el ejemplar más solitario de esta ya de por sí esquiva especie. El ejemplar se fotografió en la parte superior de un poste de la luz de 10 m de altura, en medio de la nada en Gunnedah (Nueva Gales del Sur, Australia), completamente aislado de su familia y de su hábitat natural, pues el eucalipto más cercano se encontraba a más de 6 km de longitud.

No es la primera vez que se han fotografiado koalas subidos a postes de la luz como si fueran anacoretas en ascética misión; y aunque existen varias causas circunstanciales que hacen que se encaramen a estos elementos, los expertos en vida silvestre australianos coinciden en que los postes realmente actúan como “bases” intermedias y seguras en el proceso de viaje de los koalas, ya que les ayudan a pasar de una zona de alimentación a otra sin perecer en el intento.

Los koalas son animales solitarios que viajan por sus propios medios en círculos, peinando distintas areas todo el tiempo desde un punto central. Pueden caminar por la noche y luego regresan al poste durante el día como su lugar seguro, hasta que encuentran el camino más rápido o otro poste para pasar por las zonas donde no tienen protección arbórea.

Los grupos ambientalistas australianos ya han exigido al gobierno de ese país que catalogue a este animal como en peligro de extinción y realice un censo de los koalas que quedan (uno de los iconos del país de las antípodas) después de que varios estudios científicos hayan detectado que la población de esta especie ha caído a un dramático nivel.

Los números de koalas fueron tan bajos como 200.000 en todo el país en 2010, frente a 430.000 que había en 1990. El desmonte de los bosques para hacer campos de labor o equipaciones para el hombre está contribuyendo a su disminución, pues con la pérdida de árboles lo que se propicia es que el koala pase más tiempo en el suelo, donde son víctimas fáciles para zorros, coches y otros depredadores.

Y eso sin contar con el peligro para la integridad de un koala que supone estar tan cerca de los cables eléctricos, como se puede ver en este otro ejemplo:

Vía news.com.au

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