OPINION

Un globo aerostático con mamandurrias

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Os presentamos el globo aerostático Skywhale, la joya de los fastos del centenario de Camberra, una especie de híbrido evolutivo entre una ballenato, un petirrojo y una vaca lechera que puede terminar costando a los contribuyentes hasta 300.000 dólares australianos, según asegura la presidenta del Territorio de la Capital Australiana, Katy Gallagher.

Skywhale es el último trabajo de la artista Patricia Piccinini, un experta en criaturas hiperrealistas de aspecto incomprensible; y ha sido encargado por los 100 años de la fundación de este estado australiano. Pero una vez terminado e inflado en todo su esplendor, los ciudadanos no terminan de verlo.

Mide 34 metros de largo y pesa media tonelada, que es al menos el doble del tamaño de un globo de aire caliente estándar. 16 personas tardaron siete meses en realizarlo, con más de 3,5 kilómetros de tela y 3,3 millones de puntos de sutura. Y puede transportar un piloto y dos pasajeros hasta una altitud de 3.000 pies.

Pero los camberranos están divididos sobre el diseño del globo, expresando sentimientos que van desde la extrañeza hasta la consternación; y pasando por el placer de algunos. Entre ellos está la propia artista Patricia Piccinini, que afirma que su inspiración vino de la maravilla de la naturaleza. "Mi pregunta es: ¿y si la evolución fuera por un camino diferente y en vez de ir de nuevo al mar, del que procedemos originalmente, entrara en el aire y para volar en vez de nadar? "

La respuesta es Skywhale, una gigantesca pero artificial criatura de “aspecto natural”, que en vez de alas tiene multi-tetas y que simboliza lo que hubiera pasado si los mamíferos hubieran elegido el aire en vez del agua para su conquista tras la tierra. Patricia puntualiza que no son tetas de mujer (siquiera como las de la mutante de "Desafío Total"), sino pechos de ballena para simbolizar que estos animales son mamíferos y amamantan a sus crías.

http://youtu.be/MeIhmkSsB8A

La artista asegura que lo único que quiere es poner a prueba a la opinión pública, para que cuando lo vean pasar por encima de sus cabezas decidan por ellos mismos si es el resultado de la ingeniería genética, una bestia mitológica o algo más complejo urdido en los despachos municipales (mamandurrias artísticas les dicen ahora) que les va a salir por un pico a los contribuyentes.

Y parece que va a ser eso, pues la regidora del estado ya ha tenido que salir a explicar lo que cuesta el bicho: 172.000 $ sólo en su construcción (lo ha tejido Cameron Balloons, una de las dos empresas en el mundo con la experiencia necesaria para hacer un globo tan complicado), pero se irá a casi el doble a la finalización del programa previsto.

La propia Piccinini montó en el globo para su vuelo de prueba hace tres semanas: lo describió como una experiencia entre “aterradora y emocionante”. Por supuesto, y con tanta controversia, a estas alturas Skywhale ya ha evolucionado...a meme.

Vía: World News Australia

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