OPINION

El largo y sinuoso camino del Canal de Nicaragua

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Nicaragua anunció el pasado viernes que una empresa china construirá el Gran Canal Interoceánico que competirá con el vetusto Canal de Panamá, a punto de cumplir su primer siglo de funcionamiento. El país centroamericano lleva casi 150 años posponiendo la construcción de una gigantesca obra civil que por sí solo no puede llevar a cabo, entre otras cosas porque el coste estimado (40.000 millones de dólares, 30.200 millones de euros) supera en varios órdenes de magnitud al PID del país (7.300 millones de dólares en 2011).

Una oscura empresa con sede en Hong Kong –Nicaragua Canal Development- liderará la concesión para la construcción y gestión del Canal de Nicaragua durante 50 años, prorrogables a otros 50 más. El canal podría estar operativo en 2023. Entre tanto, el Canal de Panamá está ampliando su capacidad con un nuevo juego de esclusas que costarán 5.250 millones de dólares entre 2007 y 2005.

El capital chino viene a cumplimentar el viejo sueño de Nicaragua, cuya ruta fue considerada inicialmente por Estados Unidos en 1870, aunque finalmente se decantaron por la vía panameña, un proyecto iniciado por Francia a principios del siglo XX y que culminó EEUU, creando un país títere a medida para sus intereses comerciales y militares: Panamá, escindido de Colombia en 1903.

Ruta del proyecto del Canal de Nicaragua, en 1888.

Objetivamente, la ruta panameña para conectar los océanos Pacífico y Atlántico es más corta, pues allí es donde el itsmo centroamericano es más estrecho. Sin embargo, la ventaja de Nicaragua reside en el inmenso lago que ocupa el centro del país, el Lago Nicaragua, enteramente navegable (aunque su profundidad media es de sólo 10 metros, frente a los 24 requeridos para los barcos de gran calado, el segmento que aspira a liderar la vía nicaragüense, según advierten los ecologistas).

El hecho de que los norteamericanos se decantaran por Panamá en lugar de por Nicaragua transformó radicalmente la realidad de ambos países. A día de hoy, el PIB per capita de Panamá (13.600 dólares en 2011) es cuatro veces mayor al de Nicaragua (3.200 dólares), en parte gracias a la aportación del canal en el primer país: el 20% del PIB panameño depende del canal. El ejecutivo de Daniel Ortega calcula que el PIB de Nicaragua podría aumentar un 15% en 2015 gracias a la obra e incluso doblar su economía en 2018.

El futuro Canal de Nicaragua probablemente transforme la geopolítica de la región, como lo hizo el Canal de Suez en el Mediterráneo. El nuevo canal tendrá capacidad para permitir el tránsito de los nuevos portaaviones de la Armada de EEUU, los Clase Ford… siempre que China lo permita, apunta PopSci. El canal también deberá dar servicio a los gigantescos superpetroleros que hoy deben bordear el continente americano para completar la ruta entre Asia Oriental y el Atlántico, una de las más transitadas del mundo.

El Gobierno de Nicaragua aún no ha anunciado la ruta que atravesará el Gran Canal Oceánico, aunque sí ha descartado la ruta sur, que utilizaría el cauce del río San Juan, en la frontera con Costa Rica, y sin duda arruinaría una de las zonas vírgenes más bellas del país. Las rutas alternativas probablemente partan de la bahía de Bluefileds, en el Caribe, atraviesen el centro del país hasta el Gran Lago y desemboquen en las costas del Pacífico sur de Nicaragua, informa El País.

Con información de Europa Press, El País, Popular Science y El Espectador.

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