OPINION

Drones para combatir a los cazadores furtivos de elefantes en Tanzania

UAV1
UAV1

Hasta ahora, los “drones” aéreos, aviones no tripulados dirigidos a distancia, eran utilizados principalmente en labores de espionaje, o directamente, en ataques militares a distancia. Por este motivo, los drones se han ganado una merecida mala fama: son un arma tan letal como cobarde. Es el momento de que esta tecnología sea puesta al servicio de intereses medioambientales.

En Tanzania, la población de elefantes vive bajo la continua amenaza de los cazadores furtivos. Ante tal amenaza, ha llegado el momento de aplicar medidas de alta tecnología: aviones no tripulados que patrullarán la zona.

La situación es ciertamente dramática. Tanto que ha sido el propio presidente de los EEUU, Barack Obama, el que se ha ofrecido a facilitar estos “drones”, u otro tipo de ayudas, al gobierno tanzano. Una tecnología que otros países también están adoptando para vigilar sus reservas.

En el caso de Tanzania, los furtivos se cobran la vida de entre 10.000 y 25.000 elefantes cada año. La zona a cubrir por los vigilantes es demasiado extensa, y el personal del que pueden disponer, demasiado escaso. Algo en el que estas máquinas voladoras podrían ayudar especialmente.

Poco después de su visita al país, Obama firmó una orden ejecutiva para facilitar recursos a ayudar a países de África a afianzar las fronteras de sus reservas. Las autoridades tanzanas esperan que con su colaboración se pueda atajar el problema de las matanzas y el tráfico de marfil, que obviamente es el motivo por que acaban por estos tranquilos bichos.

Como hemos comentado, existen varios precedentes en el uso de drones aéreos en este mismo continente. En Kenia, el gobierno ha contratado a la compañía  ‘Airwave’ para ayudar a preservar una reserva de rinocerontes blancos.

“Solo la idea de un ojo en el cielo, y el ruido de cómo sobrevuelan la zona, ayuda a prevenir algunos casos”, declaró una portavoz de la reserva de Ol Pejeta. "Pero nos gustaría disponer de un drone pensado para la preservación, y no una solución impromisada a partir de material militar", añadió.

Además de para prevenir incursiones y localizar a los infractores, existe una tercera función que tendrían que  realizar: la del rastreo y localización de los propios animales, a través de algún tipo de “placa identificativa”.  En resumen, se trata de adaptar aparatos de uso militar para otro tipo de servicios más especializados. Y parece que con éxito.

Las dificultades a las que se enfrentan no son pocas: además de la enormidad del área y el escaso personal, muchos países receptores del marfil robado tienen unas leyes algo laxas en torno al tráfico ilegal. China, sin ir más lejos, es receptor de gran parte de este contrabando y los países africanos se quejan de su poca disposición para acatar las leyes.

Está por ver que el gobierno americano opte, finalmente, por facilitar este tipo de equipo a los tanzanos. Desde luego, es un uso bastante más interesante que el del bombardeo a distancia, con el que se suele asociar este tipo de aparatos.

Visto en Washington Times. Imágenes vía clase ejecutiva y blogspot.

Más drones multiusos:

Defensor de los animales hostiga a los cazadores de palomas con un drone ¿Qué podría salir mal?

El drone policial del Sheriff de Texas se estrella contra un vehículo blindado de los SWAT

El minidrone anti-piratas hace la ronda alrededor del atunero

Mostrar comentarios