OPINION

Todo lo que necesitas saber sobre la ameba "comecerebros" que acaba de cobrarse una nueva víctima en EE.UU.

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En las últimas semanas se está produciendo mucha alarma social en Estados Unidos en relación a nuevos casos de infección por la ameba Naegleria fowleri, conocida popularmente por la ameba "comecerebros". De hecho, el último contagio se acaba de saldar con la muerte de un niño de 12 años del sur de Florida. Según datos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, sólo una de las 128 personas afectadas por este organismo en el país entre 1962 y 2012 ha sobrevivido. El joven Zachary Reyna se infectó al meterse hasta las rodillas en una zanja llena de agua cerca de su casa.

Esta ameba se encuentra en aguas templadas y calientes de regiones tropicales, pero debido a la elevación general de las temperaturas por el cambio climático, se esta extendiendo por todo el mundo. Vive en aguas dulces y cálidas, como lagos, charcas, aguas industriales o piscinas descuidadas y con poco cloro. Y suele infectar el cuerpo al meterse por la nariz y alojarse en el nervio olfativo cuando la gente va a nadar o bucear a estos lugares.

El organismo parásito infecta a las víctimas de una enfermedad neurológica llamada meningoencefalitis amebiana primaria (PAME), que rápidamente destruye el tejido nervioso y mata a los enfermos en cuestión de días, con síntomas de alucinaciones, cambios de comportamiento y cefaleas extremas.

La N. fowleri sólo parece capaz de llegar al cerebro si se le da gran impulso al ser empujada a chorro, profundamente, en las fosas nasales de una persona, como ocurre con el uso de las jarritas Neti. En el último año, el parásito ha matado a ocho niños y jóvenes en Estados Unidos, tres de ellos en la Florida, dos en Texas y Lousiana y uno en Arizona.

De hecho, el Departamento Estatal de Salud de Louisiana, en EEUU, emitió a finales de 2011 una advertencia sobre los peligros del mal uso del riego nasal de los dispositivos llamados "jarras Neti", instrumentos que son utilizados en yoga o para curar resfriados, en respuesta a dos muertes recientes en el estado norteamericanos que se cree que son el resultado de una infección por Naegleria fowleri,, que entró en el cuerpo de estas personas a través de los senos nasales mientras usaban los dispositivos.

Ambas víctimas, una mujer de 51 años de edad y un hombre de 20 años de edad, se cree llenaron sus ollas Neti (pequeñas tazas o jarras que se parecen a la lámpara de un genio) con agua del grifo en lugar de con agua destilada o esterilizada, lo que permitió a la ameba letal abrirse camino desde la nariz hasta sus cerebros.

Epidemiólogos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) apuntaron a que la vía de contagio fue el agua del grifo, lo que constituirían los primeros casos conocidos de la enfermedad en los EE.UU. en los que la Naegleria fowleri sobrevive al proceso de tratamiento del agua corriente de uso humano.

Quizá porque el agua potable es segura, pero no es estéril; la cloración puede eliminar el 99,9% de las amebas, parásitos, bacterias, virus. Pero probablemente nunca va a eliminar el cien por ciento de ellos. Ese mínimo porcentaje restante se llama suerte y, lo mejor, es no forzar las fosas nasales para tentarla, ya sea con agua sucia o agua que, a priori, nos puede parecer limpia.

*Para conocer como infecta esta ameba nuestro cerebro, véase el capítulo “Euforia” de la segunda temporada de la serie House, donde el bueno de Foreman sufre en sus propios sesos la dolencia que hoy nos ocupa.

Vía CBS NewsThe Raw Story

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