OPINION

El sherpa Appa sube 19 veces el Everest y se baja la basura

Mientras a Edurne Pasabán se le calientan los dedines (qué malos pieses se le van a quedar a esta chica) tras su gesta de alcanzar los 12 ochomiles, el sherpa Appa baja bailando las faldas del Everest tras conquistar su cima por décimonovena vez.

Appa, aunque no grite tanto como a un Juanito Oiarzabal recién levantado, es el hombre que más veces ha subido la cima más alta del mundo. Y lo hace una vez al año, que no hace daño. Desde el 19 de mayo de 1990, momento en que alcanzó su primera cumbre, va repitiendo religiosamente el paseillo por las faldas del único nuevemil para subirlo por distintas vías.

En esta ocasión alcanzó pico a lo largo de la ruta Sudeste, la abierta por primera vez por Sir Edmund Hillary y el sherpa Tenzing Norgay en 1953. A sólo 4 cimas de alcanzar el récord de Oiarzabal en cuanto a número de ochomiles (Juanito tiene 23 y nadie dijo que no se pudiera repetir), el sherpa Appa no quiere atención ni docena de marcas comerciales en su chubasquero.

De hecho se trasladó a vivir a EEUU para darle a sus hijos una educación decente, para evitar que andaran asilvestrados subiendo Evereses por ahí.

Útimamente el Everest se está poniendo complicadillo, según el sherpa Appa: "Es cada vez más difícil debido al cambio climático que ha derretido el hielo, dejando expuestas empinadas rocas y grietas muy profundas". Activistas ambientales dicen que los glaciares del Himalaya están disminuyendo rápidamente, amenazando las vidas de millones de personas que dependen de ellos como fuentes de agua dulce.

"Y más complicado si llevas sobrepeso". Y es que el sherpa Appa , en esta ocasión, ha dejado en la cima una urna que contenía ofrendas budistas con la esperanza de llamar la atención internacional sobre los efectos del cambio climático en el Himalaya.

Para descender, como Appa es un hombre concienciado, ha limpiado todo aquello de basura y se la ha bajado al contenedor amarillo, para también denunciar el efecto de los residuos allí dejados. Décadas de expediciones tienen al Everest lleno de, permítannos la licencia, mierda; contenedores, alimentos ultracongelados , tiendas, ...y un montón de cadáveres de montañeros poco afortunados.

Desde 1953, más de 3.000 personas han hecho cima y 175 se han quedado por el camino. Y hasta ayer, en que el sherpa Appa dejó aquello como una patena, hay unos 41 cadáveres en los últimos 840 metros, cuerpos que no han sido recogidos por la imposibilidad de un rescate por la falta de oxígeno.

""Para nosotros, los sherpas, el Everest no es sólo una montaña. Es nuestro Dios. Quiero ver un Everest limpio y seguro". aseguró con la certeza de un anuncio de compresas, justo antes de capitanear la expedición de 40 personas que bajo el nombre "Eco-Everest" subieron allí con él para ayudarle con las labores de limpieza.

Que el sherpa Appa es limpio, pero no tonto.

Via Herald Sun

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