Un bebé de 7 meses de D'Iberville, Mississippi, se recupera de sus heridas en un hospital de la Costa Oeste después de ser arrojado accidentalmente por su hermano en una lavadora de monedas que, posteriormente, la madre puso en marcha.
Valle Hernández fue presuntamente empujada dentro del tambor de la lavadora por su hermano de 4 años de edad sin que su madre se diera cuenta, mientras ésta estaba ocupada separando la ropa blanca de la de color.
La progenitora no descubrió que el bebé estaba dentro de la máquina hasta que echó las monedas para comenzar el lavado, momento en el que divisó a su hija, a través del cristal, mezclada con la ropa sucia.
Aunque intentó abrir la máquina, el sistema de bloqueo de la puerta ya se había activado y el programa de lavado estaba dispuesto para comenzar. Es en ese preciso momento cuando la madre comenzó a gritar.
Como la lavandería estaba vacía, la madre corrió hasta un restaurante cercano donde pidió ayuda. Mike Adams, uno de los primeros en auxiliarla, afirma que el bebé estuvo en la lavadora en marcha por lo menos un minuto antes de que él y unos compañeros llegaran. De hecho, se necesitó la fuerza de tres hombres para arrancar la puerta y salvar a la maltrecha criatura.
"Cuando la sacaron de allí, yo estaba horrorizado. Era una masa púrpura llena de sangre; es algo que espero no tener que presenciar de nuevo en mi vida", afirma Mike. El bebé fue llevado inmediatamente al hospital con numerosos cortes y contusiones, aunque se espera que se recupere completamente. No se han presentado cargos contra los padres porque la policía cree que fue un desgraciado accidente.
Posiblemente no tan desgraciado como éste otro percance que ocurrió apenas hace 15 días en Alemania. ¡Cuidado con las lavadoras, que las carga el diablo!
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