OPINION

Multimillonario hindú prohibe a sus obreros comer carne mientras construyen su mega-mansión

carne1
carne1

"Donde manda jamón, no manda jornalero"

El sindicato australiano de la construcción ha arremetido duramente contra la prohibición de comer bocadillos de jamón y pasteles de carne que sufren los trabajadores en la obra de una gran mansión valorada en más de 70 millones de euros.

Tanto los proveedores como los obreros que trabajaban en la propiedad han sido informados por el multimillonario de origen indio, Pankaj Oswal, y su esposa Radhika, que cualquier alimento que contenga carne no debe ser consumido en el sitio. Una vez completada la obra, la mansión Taj-on-Swan, que se encuentra ubicada en el exclusivo barrio Peppermint Grove, en Perth, será la casa más grande de todo Australia.

Joe McDonald, el subsecretario de Construcción de Australia Occidental, ya ha puesto su grito en el cielo: "Respetamos el derecho de todos a practicar su religión, pero estoy totalmente en desacuerdo con que nadie obligue a los demás. Si la gente está trabajando y quieren tomarse un bocadillo de jamón o un sandwich de bacon y huevo, deben poder hacerlo".

Los trabajadores afirmaron ayer que, tras las quejas, los dueños habían habilitado un pequeño cobertizo alejado en donde se les permite comer carne hacinados.

En el imaginario de los Oswald, Ronald McDonald tiene un aspecto bien definido.

Una fuente cercana a los Oswals, que no quiso ser identificado, afirma que algunos trabajadores habían seguido comiendo carne en la obra "sólo para fastidiarles". Pankaj y su esposa Radhika se encuentra esta semana en Nueva York preparando el lanzamiento de su cadena de comida rápida vegetariana, Otarian.

Cuando se les preguntó por el asunto defendieron la prohibición de la carne: "Esa es nuestra casa. Comer carne crea karma malo y si alguien la come en nuestra casa está creando un círculo vicioso".

La Sra. Oswal, que se mudó hace 7 años a Perth desde Nueva Delhi, ya ha acusado a la industria de la carne en otras ocasiones de "violar la Tierra" y está dispuesta a hacer mantener la prohibición en sus posesiones "en primer lugar, por razones religiosas, y en segundo, por el bien que se hace al planeta con ello". Se da la circunstancia que Pankaj Oswal hizo su fortuna en Australia destilando amoniaco líquido para su utilización en abonos.

La casa, que se espera que esté terminada a finales de 2011, contará con un gimnasio del tamaño de una casa de Perth normal, un salón de belleza, un observatorio, aparcamiento para 17 coches y una piscina 10 veces más grande que cualquier piscina del vecindario y cuyo mantenimiento hará, sin duda, más daño al planeta que toda una legión de obreros con los carrillos llenos de tocineta.

Vía Noticias Australia

Mostrar comentarios