El plan era casi perfecto: plantar la marihuana allí donde nadie se atrevería a buscarla: en el recinto del rinoceronte, una bestia de una tonelada de peso famosa por su mal carácter. Es lo que hizo un empleado del Zoo de Salzsburgo (Austria), de 59 años, que tenía acceso exclusivo a esa zona del zoo.
La policía encontró 33 plantas de cannabis sativa en la zona del rinoceronte gracias al soplo de un cliente habitual del guardián-camello, que lleva varios años a cargo del cuidado de estos animales, según publica Spiegel. Al parecer, la procedencia de la marincha era comúnmente conocida en la ciudad, pues los clientes se referían a ella como “la marihuana del rinoceronte”.
Según han informado los medios austriacos la marihuana estaba muy bien escondida y los rinocerontes no tenían acceso a tan estimulante vegetación.
Visto en Spiegel.
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