Algo olía a podrido en la habitación 118 del Hotel Hyde Park Towers de Londres. Las damas de la higiene encontraron el cuerpo sin vida de Kieran Toman, un hombre de 39 años que ocupó una habitación del lujoso hotel y colgó el letrero de “No molesten”. Esta vez “sólo” tardaron dos semanas en descubrir el cadáver, no como aquel holandés que estuvo cuatro años muerto en su habitación porque sus compañeros de piso no quisieron contravenir sus instrucciones: no molesten.
El luctuoso suceso tuvo lugar el pasado mes de julio pero no ha sido hasta esta semana cuando un tribunal de Londres está tomando declaración a los empleados del establecimiento para esclarecer los hechos. De Toman se sabe que era un tipo raro pero no más que “tanta otra gente que llega sola a Londres”, que tenía los brazos y las piernas tatuadas, y que dejó un cuaderno con notas escritas EN LETRAS MAYÚSCULAS de contenido “paranoico”, según la policía.
El cadáver, según la policía, estaba “demacrado”. ¿Y cómo iba a estar, después de dos semanas pudriéndose?
Visto en Daily Mail. Y si sale en Daily Mail es que es verdad:
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