OPINION

El retorno de Nessie: nuevas imágenes del monstruo del Lago Ness

Loch ness monster
Loch ness monster

No estaba muerto, estaba de parranda.

Si, como afirman sus creyentes, el monstruo del Lago Ness es un descendiente de los dinosaurios debe de tener un mínimo de 65 millones de años, lo que le convierte en más viejuno que muchas montañas de la Tierra. La otra opción es que sea descendiente de un linaje superviviente, de modo que no sería uno sino una manada de monstruos los que habitan en las profundidades del lago escocés, refocilando entre sí y reproduciéndose en endogámica francachela.

Sea como fuere, Nessie aparece cíclicamente, coincidiendo con los bajones en el turismo de la zona. El turismo en torno a la legendaria criatura aportó 8 millones de euros a la zona en 2007, muy por debajo de los 25 millones que ingresaron los negocios de las Highlands en 1993, cuando Nessie fue avistado 30 veces. El año pasado sólo se produjo un avistamiento “creíble”, de modo que empezó a cundir el desánimo entre los “nessífilos”: el dinosaurio parecía muerto.

Pero, al despertar, el monstruo seguía allí. El pasado fin de semana un diseñador de paisajes, de nombre Richard Preston, tomó una foto en la que aparece una forma misteriosa que podría ser el famoso monstruo. Preston estaba trabajando en los jardines del Castillo de Aldourie, en la orilla del Loch Ness cuando, con el rabillo del ojo, vio aparecer una silueta. Entonces sacó la cámara y disparó, registrando la imagen que ilustra este artículo.

No estaba muerto, estaba tomando cañas.

Según cuenta el propio Preston:

“Estaba paseando por los jardines del castillo cuando vi algo en la distancia. Me acerqué y pude apreciar las características cuatro jibas. Se me ocurrió tomar una foto para que otra gente pudiera contrastar si eso era algo normal. De hecho, la figura se mantuvo bastante tiempo, suficiente para tomar varias fotos. De pronto, desapareció. Literalmente giré la cabeza y ya se había ido”.

Preston, de 26 años, no era especialmente creyente en el monstruo, pero aquel encuentro le ha hecho replantearse su postura: “Definitivamente hay algo en el mito. No había ondas en el agua, ni barcas, ni nada alrededor. No tengo ni idea de qué se trataba pero indudablemente parecía Nessie”.

El mito del monstruo del Lago Ness comienza en la década de los 30, cuando una sucesión de avistamientos culminó con la aparición de una fotografía que mostraba algo parecido a un cuello asomando de la superficie del agua. Como confesó décadas después su autor, aquello no fue más que un montaje hecho con un submarino de juguete. Sin embargo, la fe de los visitantes, combinada con una inveterada tendencia a la pareidolia hizo que aquella broma fuera retroalimentándose hasta convertirse en una leyenda (y en un gran negocio).

Nessie, 1933.

Visto en STV News.

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