De nada sirve una nariz bonita si una tapa de abedul impide ver el resultado por culpa de unos miserables. Kelly McLure, de 31 años, quería retocársela por cirugía estética y terminó muriendo tras 6 meses de agonía, al sufrir daños cerebrales irreversibles tras una parada cardiaca que le sobrevino en la mesa de operaciones del hospital privado de Belvedere, en Kent (UK).
Los cirujanos que le estaban haciendo la operación de cirugía plástica insistieron en acabar su trabajo antes de permitir a los sanitarios trasladarla a un hospital. Los paramédicos tuvieron que esperar durante 45 minutos a pesar de insistir en llevarla directamente a urgencias. En su lugar el Dr. Edward Latimer-Sayer y su anestesista, el Dr. Ahmed El Sayed Moustafa, continuaron con el procedimiento de rutina de su nariz después de lograr estabilizarla.
La Sra. McLure, conocida como Kat, sufrió daños cerebrales y murió medio año después. La investigación forense arroja que la mujer sufrió la parada por culpa de una deficiencia de ntitrombina III (AT III), una proteína que ayuda a controlar la coagulación de la sangre y que le produjo una trombosis.
La paciente tenía que tomar medicación antes de abordar vuelos de larga distancia. Pero su dolencia no fue discutida por el equipo de cirugía estética hasta el día de la operación. Aún así, los médicos procedieron a realizar la intervención.
Una hora después de entrar en quirófano, su pulso se redujo drásticamente antes de que sufriera un paro cardíaco. Entonces se llamó a una ambulancia. La paciente estuvo en paro durante diez minutos, mientras que el Dr. Moustafa le realizaba un masaje cardíaco, después de administrarla adrenalina por vía intravenosa y directamente en su corazón. También utilizaron electrodos de desfibrilación que colocaron sobre su pecho.
Una vez que encontraron algo de pulso, los paramédicos y la matrona del Belvedere insistieron en llevarla a Cuidados Intensivos del hospital Queen Elizabeth en el sur de Londres. Pero el Dr. Moustafa, de 73 años, dijo que estaba "estable" e insistió en completar la cirugía de su nariz.
La ambulancia dejó a la paciente en manos de los intensivistas del hospital una hora después de presentarse en la clínica de estética. Los médicos dijeron ayer en el juicio que no sabían por qué la Sra. McClure había tenido un ataque al corazón, a pesar que el hematólogo de la paciente les había advertido el mismo día de la operación de que los riesgos para ella eran "inaceptablemente altos".
Vía Top News y NewsShopper
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