OPINION

Demanda a un club de strip-tease tras perder varios dientes por el impacto de un zapato volador

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El litigante, cuando aún tenía todos los dientes.

Menos suerte tuvo Jake Quagliaroli, un hombre de 34 años, que acudió a un club de strip-tease con intención de pasar un buen rato y salió sin dientes, después de que el zapato de tacón cubano de una de las bailarinas saliera disparado en plena danza e impactara en la boca del inadvertido cliente. Quagliaroli ha demandado al club PT de Indianapolis para que se haga cargo de la abultada factura del dentista.

Según supimos por el noticiario local 6News (vídeo incrustado en la noticia), el hombre acababa de salir a por dinero al cajero automático y al volver a su sitio frente a la pista de baile recibió el impacto del zapato…¡zas, en toda la boca! En palabras de su abogado, “se trataba de un zapato con un tacón muy sólido. Al instante estaba sangrando por la boca”.

El dinero que sacó Jake en el cajero no le hubiera llegado ni para una limpieza de dientes en la clínica dental a la que acudió a arreglarse el desperfecto: “Mi cliente requiere una considerable cantidad de trabajo dental por hacer. De momento le han puesto un aparato corrector pero su dentista dice que se trata sólo de un arreglo temporal y que probablemente va a necesitar una endodoncia”, siempre en palabras del abogado, en tanto el herido está avergonzado de todo el episodio y prefiere no exponerse al escrutinio de los vecinos de Indianapolis.

Reíd ahora, que todavía tenéis dientes...

La reivindicación de Quagliaroli es que el club PT se haga cargo de la factura del dentista, en tanto el accidente se produjo dentro del local, culpable de “lesiones y negligencia”, según el abogado de la parte demandante de la primera parte. De momento, el establecimiento no ha querido pronunciarse públicamente sobre el accidente, que tuvo lugar a principios del mes de febrero. Sí lo ha hecho a título particular uno de sus trabajadores, un tal Sean, que se ha limitado a afirmar: “Es la coincidencia más extraña que he presenciado jamás”.

Pero Sean se equivoca: es mucho más improbable que el mismo taxi con el mismo cliente atropelle el mismo día de dos años distintos a dos hermanos subidos en un moticiclo.

Escuchando: “A Lap Dance is so much better when the stripper is crying”, by The Bloodhound Gang.

Visto en The Indy Channel.

No se vayan todavía, aún hay más:

-Los aborígenes australianos, indignados por un strip-tease en Ayers Rock.

-Detenidos por practicar el strip-pedrolo.

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