OPINION

Se tatúa 82 veces la cara de Julia Roberts en su cuerpo

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Les presentamos al que probablemente sea el fan número 1 de Julia Roberts en el mundo. Miljenko Parserisas Bukovic, un vendedor de periódicos porteño que reside en Valparaíso (Chile), tiene su cuerpo marcado con el tatú de la actriz estadounidense. No una ni dos veces sino hasta 82, todas ellas tomadas de “Erin Brockovich”. El hombre, de 56 años, calcula que se ha gastado más de un millón de pesos mexicanos (unos 60.000 euros) en hacerse toda la colección.

La obsesión de Parserisas comenzó tras ver a la actriz en “Erin Brockovich”, es decir hace una década. Si se hubiera prendado, como el resto de los mortales, de Roberts unos años antes, con “Pretty Woman”, tal vez le faltaría piel para que entraran los nuevos rostros de Julia. Tal fue el flechazo tras ver la película que todos y cada uno de los 82 tatús corresponden a fotogramas de “Erin Brockobich”, película en la que “salía más bonita”. Probablemente nadie le haya dicho a Miljenko que los pechos que lucía la actriz eran de pega.

Lo que no haría jamás es tatuarse a Julia en “Pretty Woman”, según declara al diario local La Estrella de Valparaíso: “Ahí parece mujerzuela con esas botas y más encima el actor la besa mucho. No, no me gusta, no, es muy fea esa película”. Tampoco se plantea tatuarse a su amada en las nalgas, una de sus últimas regiones libre, “pues eso sería faltarle el respeto”, afirma. Pero mientras le quede dinero y piel seguirá con su incansable tarea:

“Los tatuajes son caros y delicados. Tengo 82 en este momento y me seguiría haciendo, pero ya no tengo plata y con la pensión no me alcanza. Mi último trabajo estable fue de conserje. Ahora camino harto por el plan y me da hambre. Igual con los que tengo, estoy contento. No me queda mucho espacio eso sí, pero de más me encuentro uno, porque no me haría jamás uno acá abajo en los cachetes, porque sería una falta de respeto hacia ella. Estos tatuajes son mi película personal”.

La mayoría de los tatuajes los ha realizado el tatuador local Leo Alarcón, que se está haciendo de oro con la obsesión de Parserisas. Entre tanto, el porteño sueña con irse a vivir a EEUU para poder “estar más cerca de Julia y tal vez poder conocerla”. Pero se enfrenta a un conflicto de intereses: ahorrar para el boleto o hacerse el tatú número 83.

Visto en La Estrella de Valparaíso, Daily Mail y Metro.

Por otro lado:

-Se tatúa el logo de Interrail para regalarle a sus padres el último viaje.

-Borracho sueco despierta con el tatuaje de un pene gigante en su pierna.

-Diatriba contra el tatú.

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