OPINION

Cantante arrestado por racismo al interpretar “Kung Fu Fighting” de forma vejatoria para dos chinos

Simon
Simon

¡Everybody was Kung-Fu-Fiiiiighting!

Un músico que actuaba en un local de la Isla de Wight (U.K) fue detenido minutos después de interpretar el gran hit de 1974 "Kung Fu Fighting", la canción del jamaicano Carl Douglas y considerada una de las mejores canciones de música disco de todos los tiempos.

Dado que esta canción es un homenaje a las películas de artes marciales, el interprete, Simon Ledger, de 34 años, quiso gustarse con un gran despliegue de movimientos y golpes marciales de su propia cosecha, mientras tocaba su guitarra-teclado. Un poco lo que hacía el propio Carl Douglas en sus conciertos.

Mala suerte que por delante del pub pasaran en ese momento dos transeúntes chinos, que al ver las cucamonadas del teclista pensaron que les estaba faltando el respeto, por lo que llamaron a la policía.

La policía afirma que uno de los transeúntes les dijo que estaban siendo "sometidos a discriminación racial", por lo que se presentaron en el pub, arrestando al incrédulo intérprete bajo sospecha de causar “acoso, alarma o angustia”. Simon Ledger no fue trasladado a una comisaría, pues fue puesto en libertad bajo fianza en la misma calle para ser interrogado más tarde.

Un portavoz de la Policía de Hampshire afirma que se ha abierto una investigación sobre esta denuncia para establecer las circunstancias que rodearon lo que pasó y si realmente Simon Ledger se emborrachó de excesivo kung-fu para los ciudadanos chinos vilipendiados.

De esta forma contó poco después en su Facebook el acusado su encontronazo con los ciudadanos asiáticos:

Parece lógico pensar que ahora la humillación estaba en el tejado del teclista. ¿Y qué hace un teclista cuando le tocan los bemoles con el kung-fu? Pues Simon, ni corto ni perezoso, cogió el teléfono horas después de quedar libre y ¡llamó al mismísimo Carl Douglas para explicarle lo sucedido!

Justamente ayer ambos se subieron a un escenario para interpretar el “Kung-Fu-Fighting”, apenas horas después de que la policía formalmente le comunicara a Simon el abandonó del caso contra él, al desestimarse el agravante racial.

La actuación se produjo en un restaurante chino del Soho de Londres y Carl mostró su agilidad en chandalí de Kung-fu, mientras Simon hacía lo propio con su guitarra-teclado, que movió más katana que nunca. Las pareja se cayó tan bien en el concierto improvisado que, incluso, se insinuó que podrían volver a lanzar la canción comercialmente, esta vez a dúo.

“Gracias a Dios, la policía ha tenido sentido común y lo ha liberado. Tengo familia china y nadie me ha dicho nunca que la canción era racista”, concluye Carl Douglas, rodeado de chinos.

"They were funky China men from funky Chinatown"

Lo cuenta la BBC y lo ilustra The Sun

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