OPINION

Vladimir Putin mirando animales

perro
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¿Acaso creías que Kim Jong-Il ba a ser el único líder que se caracteriza por mirar muy fuerte las cosas? Saltamos el talón de hojalata de las fronteras norcoreanas para ampliar la saga y nos trasladamos a la vecina Rusia, donde su ex presidente y actual primer ministro también es un tipo al que, indudablemente, le gusta ver y controlar sus asuntos desde muy cerca.

Pero a Vladimir, al contrario que a Kim, hay una cosa que le pirra, que le derrite, que le sulibella más que unas bragas de factory: los animales. Y de todas las formas, pelajes y tamaños.

Aunque Vladimir es gelatinoso por dentro con el tema animal, por fuera adopta una pose de duro macho-alfa cazador que le ha grangejado no pocas críticas de los defensores de los que se suponen sus amigos. Como cuando en verano del año pasado se le pudo ver fotografiado disparando flechas con una ballesta desde un bote inflable a una ballena gris, una especie amenazada de extinción, para así obtener una muestra de su piel.

O como cuando salió a pecho descubierto, montando sólo un caballo y unas gotas de Barón Dandy, a cazar mitrofanes por el lago Baikal.

Pero por mucho que Vladimir se cepille sin contemplaciones (muchas veces con sus propias manos) animales cuya edad y ferocidad le impida abrazar en condiciones, cuando le sorprenden con especímenes más recogidos y mullidos, es cuando sale su verdadero carácter beta.

Se pudo ver a finales del año pasado, cuando Putin se desplazó a Bulgaría para firmar la construcción de un gasoducto. Durante la conferencia de prensa sobre el acuerdo, el primer ministro búlgaro Boyko Borisov sorprendió a su amigo ruso poniéndole entre las manos una bola de pelo de Bulgarian karakachan, un perro ovejero muy lindo propio de aquellas lindes.

Putin recibió el regalo como sólo él sabe hacerlo: con la barbilla temblando y los ojos vidriosos, mientras se lo pasaba por la cara como el que se pasa un peluche.

Putin ya tiene un labrador llamado Connie en su casa, junto con un tigre siberiano que recibió como regalo de cumpleaños en 2008. Esperemos que el Bulgarian karakachan haga pronto buenas migas con estos habitantes, por lo menos con el tigre.

Y si no, siempre puede quedar para la posteridad como estos otros amigos peludos a los que el ex-primer ministro no pudo resistirse a hacer arrumacos:

Putin mirando una cabra...

Putin mirando un pony shico...

Putin mirando un oso polar dormido...

Putin mirando una cría de alce tomar el biberón...

Putin mirando a unos delfines...

Putin mirando un leopardo de las nieves...

Putin mirando un pollito...

Putin mirando un esturión...

Otros queridos líderes mirando cosas:

KIM JONG-IL MIRANDO COSAS

KIM JONG-IL MIRANDO BRAGAS

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