Un juez decide el nombre de una niña de dos años a quien cada padre llama de una manera

Un juzgado ha tenido que intermediar en el conflicto que enfrentaba a una expareja australiana, cuya niña de dos años sufría un ligero problema de identidad: cada uno de sus padres le llamaban con un nombre diferente. La pareja rompió poco antes del nacimiento de la pequeña –de quien no se han desvelado los nombres-, entre otros motivos por no ponerse de acuerdo en cómo llamarla.

El juez asignado al caso sugirió en un principio generar un nombre compuesto con los dos nombres individuales propuestos por los progenitores, decisión a la que se opuso el padre. Según él, el nombre escogido por la madre de la niña es ofensivo para su religión, el Islam, por lo que no aceptaba ni el nombre a secas ni combinado con el utilizado por él.

Sin embargo, el testimonio de un imán llamado a declarar por el juez desmintió este extremo: tal palabra no era en absoluto blasfema, como clamaba el padre. Es más, el imán afirmó desconocerla por completo.

Finalmente, la niña se llamará “como quiera llamarse ella cuando sea mayor” pero entre tanto prevalecerá el que escogió su madre, en tanto el juez considera que la imposición del padre se debe a “su determinación para controlar a la madre y la cría de sus dos hijos”.

Visto en el Herald Sun de Australia.