OPINION

Indemnizan a un reo por “herir sus sentimientos” al atribuirle un delito que no cometió

Presidiario (1)
Presidiario (1)

Presidiario cariacontecido, sin relación alguna con la noticia.

Es uno de los delincuentes más notables de Nueva Zelanda. En su hoja de servicios se pueden encontrar posesión de armas, robos con violencia, agresiones a policías, robos, hurtos y un par de fugas de la cárcel. Pero, ¿violencia doméstica? Por ahí no pasa. El Ministerio de Desarrollo Social cometió el error de añadir a su nutrido currículum la condición de maltratador.

“Yo no soy un maltratador”, respondió el interno a los acusadores. “Mi único delito que incluyó una dosis de violencia fue por pelear con un agente de policía”. Así que exigió una rectificación y las correspondientes disculpas de la administración, pero no hubo tal. El hombre se quejó del bulo ante el Tribunal de Derechos Humanos del país austral y ha logrado una indemnización de 3.500 dólares locales por parte del Estado.

El tribunal dictaminó que la intimidad del preso había sido vulnerada, sus sentimientos heridos y había sufrido daño emocional por tildarle injustamente de haber cometido “violencia doméstica”. Los policías y legisladores neozelandeses han aceptado la sentencia, no sin expresar su indignación: “Son las víctimas del demandante las que deberían ser indemnizadas no él por sus sentimientos heridos”.

Visto en el Heraldo de Nueva Zelanda.

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