OPINION

Tres hermanos matan a su madre porque no querían jugar a los dados

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Si en "El buen hijo" el malparado Macaulay Culkin interpretaba a un perverso niño con tendencias psicópatas, que acaba intentando matar a su madre, en la vida real el actor estadounidense tendría un homólogo fácil entre alguno de los sujetos que componen este top 3: la descendencia que nadie querría tener.

1. Estrangulan a su madre porque se puso pesadita con la partida de dados

Era Nochebuena en el pequeño pueblo de Alberta, Minnesota. Tamara Lee Mason propuso a sus hijos, Jacob, Andrew y Dylan (de 17, 18 y 25 años respectivamente) echar unas partidas a los dados, a lo que estos se negaron. La rápida conclusión del desencuentro de opiniones terminó con el asesinato de Tamara a manos de sus hijos y su cuerpo arrojado a un vertedero.

La policía, que comenzó la investigación como un caso de desaparición corriente, terminó arrestando a los tres hermanos gracias a la ayuda de un amigo, al que le habían pedido consejo para deshacerse del cadáver. Según el informe de la investigación, no existe otra causa concreta que justifique el asesinato. La madre se enojó tras la negativa de los hijos a jugar a los dados con ella, su reacción fue colocarle una bolsa de plástico en la cabeza y atarle un cinturón en torno al cuello.

En palabras del Sheriff Randy Willis: “probablemente no eran la familia más funcional del mundo”. En absoluto, los Mason compiten en el ranking con estos otros angelitos:

2. Mata a sus padres a martillazos y organiza una fiesta en su casa por Facebook

Tyler Hadley es un adolescente de 17 años perteneciente a la región americana de Port St. Lucie, Florida, acusado de asesinar a sus padres a martillazos para luego dar una fiesta multitudinaria en su casa, que convocó vía Facebook.

La policía le descubrió tras recibir una llamada anónima a las 4:30 de la mañana y dirigirse a la residencia familiar. Tyler, que parecía nervioso, les dijo a los agentes que sus padres “habían salido de la ciudad”. No coló, tras un breve registro los agentes encontraron al matrimonio Hadley muertos en su cama, cubiertos con objetos de la habitación para ocultarlos. 3. Estrella un avión contra la casa de su madre

Konrad Schmidt, un suizo de 47 años decidido a acabar con su vida y la de su madre de un plumazo. Como informamos el lunes, Konrad se estrelló a lo kamikaze en una avioneta contra la casa de su progenitora, en la aldea de Oberhallau. La mujer tuvo la fortuna de encontrarse en el sótano del edificio en ese momento, por lo que no sufrió daño alguno. La casa, la avioneta y Konrad no tuvieron tanta suerte.

Sus últimas palabras, realizadas a su madre a través del teléfono móvil y dirigidas a su propia madre, fueron: “¿Estás en casa? ¡Porque voy volando!”.

Fuente y fotos: startribune.com, elnuevoherald.com,

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