OPINION

El dibujante de Bob Esponja y varios artistas ‘ninja’ asaltan una galería de arte para robar sus propias pinturas

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A Todd White, uno de los creadores de Bob Esponja, le ha caído un pleito por tomarse la justicia por cuenta propia.

Tras abandonar su empleo en la histriónica serie de dibujos animados, inició en 2005 una fructífera carrera artística como dibujante. Sin embargo, el negocio no debía de irle todo bien. Harto de sentirse estafado por la marchante de arte encargada de la venta de sus cuadros, White se presentó en la galería de arte acompañado de cuatro fornidos amigos  y ‘robó’ sus propias obras por valor de más de un millón de dólares. No contento, también se cobró una venganza especial contra ella.

Su nombre es Margaret Howell, dueña de  The Gallery HB, la galería de arte afincada en el Hyatt  Regency Huntington Beach Resort, en California. Fue secuestrada durante varias horas por White y sus misteriosos secuaces, tiempo en el que robaron las obras del dibujante, documentación privada de la empresa y datos confidenciales de sus clientes.

Después, le obligaron a llevarle a su propio apartamento, de donde se llevaron el resto de las obras de White, valoradas en cientos de miles de dólares. Por si le había sabido a poco, los artísticos asaltantes le obligaron a firmar una carta en la que presentaba su dimisión al Hyatt Regency y anunciaba que a partir de ese momento sería el propio Todd quien se encargaría de la dirección de la galería.

La galería: The Gallery HB

Margaret Howell denunció a la policía lo sucedido, pero sólo pudo identificar a su antiguo cliente como autor de los hechos. De sus anónimos compinches sólo pudo afirmar que “eran todo músculos y parecían expertos en artes marciales”, según la propia Margaret. Mientras ella presentaba declaración, White y compañía continuaban la faena, llamando uno a uno a cada cliente de la galería para informarle del supuesto cambio de dueño.

La afectadísima señora Howell, que necesitó asistencia médica tras el secuestro, reclama ahora 7 millones de dólares al temperamental artista en concepto de daños y perjuicios, que por el momento continúa libre a la espera del desarrollo de la investigación.

El abogado de Todd White, por el contrario, ha tratado de desmentir todo este entuerto con una historia muy diferente. Según cuenta, fue el mismo dibujante quien descubrió que la señora White estaba plagiando sus obras. Ambos llegaron a un acuerdo, que debía celebrarse en el momento y lugar del secuestro, por el que ella le devolvía todos sus dibujos a su cargo y él se comprometía a no denunciarle.

Sea verdad un historia u otra, lo cierto es que los cuadros de Todd White alcanzan en el mercado un precio medio de 100.000 dólares por cabeza y son muy valorados por artistas como Michael Douglas, Hugh Hefner o Glenn Close.

La galería ya ha recobrado su actividad normal, aunque se puede leer como una de sus noticias más recientes "We are moving on and are now OUT OF WHITE!"

Si las obras de un artista se revalorizan hasta el extremo después de su muerte ¿cuánto podrán alcanzar las de un artista y a la vez criminal?

Fuentes: huffingtonpost.com, thenewyorktimes, theartnewspaper

Imágenes: thegalleryhb.com, davebloigcentral , photobucket.com

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