OPINION

El inventor de los Doritos será enterrado entre Doritos

Doritos fin
Doritos fin

Hay inventos que trascienden a la persona. El diseñador del bote de Pringles, Fredric Baur, pidió que sus cenizas descansaran en uno de sus célebres botes. El inventor del Frisbee, Fred Morrison, pidió que sus cenizas fueran incorporadas a uno de estos platillos volantes de plástico.

El anciano Arch West, inventor de los Doritos, no obligará a los amantes del snack a devorar sus restos pero sí pidió en su última voluntad que los triangulitos de maíz formaran parte de su féretro. La familia ha prometido que el ataúd del inventor yacerá sobre un lecho de Doritos en su tumba de Dallas.

West, que falleció el pasado 20 de septiembre a los 97 años de edad, inventó los Doritos durante un viaje familiar por la California mexicana en 1964. La leyenda cuenta que el hombre –a la sazón, directivo de Frito-Lay- compró una bolsa de tortillas fritas de maíz en un puesto junto a la carretera y exclamó un ¡eureka!: aquello tenía visos de gran negocio.

A partir de entonces los Doritos se convirtieron por derecho propio en un clásico de las baldas de los frutos secos, supermercados y chinos de todo el orbe. Todo guateque o barbacoa que se precie debe iniciarse con una bolsa de Doritos y una cerveza. Según la Enciclopedia de Comida Basura de 2006 (sí: existe tal cosa), los Doritos se venden en 20 países del mundo y genera ventas por valor de 5.000 millones de dólares.

¿Y qué contienen en realidad los crujientes y adictivos triángulos de maíz? Pues todo esto, según halló Wired.

Visto en Wired y Washington Post.

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