Heine Braeck, de 33 años, vive en Sarpsborg, Noruega. No ha tenido un brazo derecho desde que lo perdió en un accidente cuando tenía 13 años. Ahora ha decidido hacer de la apariencia de su muñón algo de lo que sentirse orgulloso, una “obra de arte” como lo llama, dibujándose la cabeza de un delfín con la ayuda de un tatuador búlgaro.
Cuando Heine era un adolescente, se subió al techo de un vagón de ferrocarril que estaba parado. Cuando el tren empezó a moverse se desequilibró, con tan mala suerte que agarró instintivamente con su brazo derecho la catenaria de alta tensión.
"Lo primero que vi después de la cirugía fue lo mucho que mi brazo tenía la forma de la cabeza de un delfín", asegura. "Finalmente, después de dos décadas he decidido hacer algo al respecto”. Y bastante curioso que le ha salido.
Para ello ha utilizado la morfología de la cabeza de un delfín mular, delfín nariz de botella o Tursiops truncatus, un nombre que sin duda le viene al pelo.
Visto en el brumoso océano del Daily Mail.
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