Radmila Glavonjic es una granjera serbia a la que el pasado 28 de diciembre, día de los inocentes, le dio un subidón de azúcar al ver como una de sus vacas paría un ternerillo lila.
Esta productora de leche estaba asistiendo en el parto y, a la hora de tirar de las patas, descubrió desconcertada que lo que salía del útero de la madre era un ejemplar con un violeta brillante como nunca había visto. Y no tenía ese color precisamente porque estuviera cubierto con la placenta.
Inmediatamente lo bautizó allí mismo como, lo habrán adivinado, "Milka", la famosa marca de chocolates que tiene en una vaca violeta su icono publicitario.
Según la veterinaria que dirigió el alumbramiento, no se conocen otros casos como este, pues se trata de una especie de fenómeno de retroceso genético vacuno. Y no están muy seguros de si ese color va a ser bueno para la cría a largo plazo; pero por ahora sí es bueno para que los chicos del chocolate Milka la quieran para sus anuncios.
De momento, la chocolatera suiza ha mandado a la granja docenas de cajas y cestas de bombones a modo de cortesía, mientras apuntan el teléfono por si el becerro sobrevive, coge un poco más de color (ahora luce un violeta más blancucho) y, quién sabe, igual termina adornando los envoltorios de millones de chocolatinas en el mundo.
Fuente y Fotos: B92
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