Mujer nacida sin brazos se convierte en masajista oficial en unos Juegos Olímpicos

Sue Kent es una mujer británica que nació con las extremidades superiores extremadamente cortas, después de que su madre tomara un fármaco con talidomida para quitar las nauseas cuando estaba embarazada. Este medicamente provocó miles de nacimientos de bebés afectados de focomelia entre 1950 y 1960, una anomalía congénita caracterizada por la carencia o mínima elongación de las extremidades.

Con el tiempo, Sue estudió y se convirtió en una reconocida experta en terapias de masajes, aunque siempre había soñado con tocar más de cerca la profesión, para ver si podía involucrarse de alguna manera en el deporte de alto nivel y, quién sabe si algún día llegar a poder participar en unos Juegos Olímpicos.

Pues lo acaba de conseguir después de años de duro entrenamiento para dar...¡masajes con los pies!, siendo admitida en el equipo de masajistas del Equipo Paralímpico Británico.

Mientras los doloridos atletas se encuentran en una colchoneta en el suelo, Sue se sienta en un banco y trabaja en sus músculos con sus pies super-fuertes. Como la superficie de los pies es mayor que la de las manos, los masajes son más intensos.

Esta mujer trabaja en una clínica en Mumbles, cerca de Swansea, y ya ha participado como masajista en eventos deportivos como triatlones, maratones y hasta un Ironman. Y ella dice que nunca ha dejado que su discapacidad le impida llevar una vida activa y disfrutar de la natación, montar a caballo o el ballet, su pasión.

De hecho, si no fuera por el ballet no hubiera tenido esos pies tan fuertes que ahora le permitirán bailar al son del soñado Himno Olímpico.

Vía This is South Wales y FAMMA