14 horas de vuelo, varios rollos de papel higiénico, un teléfono móvil y mucha imaginación. Estos son los ingredientes que utilizó la artista Nina Katchadourian para recrear una colección de cuadros del renacimiento flamenco dignos de ocupar una sala del Museo Rembrant.
Katchadourian convirtió un tedioso trayecto de 14 horas desde San Francisco hacia Auckland (Nueva Zelanda) en un happening artístico tras darse cuenta de que el baño permanecía vacío la mayor parte del tiempo. A lo largo de unas cuantas visitas, se adornó con toallas, papel higiénico y almohadas para convertirse en protagonista de una serie de retratos renacentistas que ha titulado ‘Autorretratos de lavabo al estilo flamenco’.
El estrambótico proyecto comenzó espontáneamente en marzo de 2010, según cuenta la propia artista en su blog: “Entré en el baño durante un vuelo interno, me hice un sombrero con la servilleta e hice una foto del espejo con el teléfono móvil. La estampa me recordó a los retratos del siglo XV de estilo flamenco, así que decidí que cuando iba a tomar el vuelo hasta Auckland decidí que era una buena ocasión de aprovechar esas 14 horas”.
El único elemento de attrezzo utilizado por Katchadourian fue una toalla negra que emulaba el fondo oscuro de los retratos de la escuela flamenca. Los cuadros resultantes de aquel provechoso viaje se exhiben en una galería de San Francisco con un marco dorado sobre una pared de raso roja, como si se tratara del Museo del Prado.
Página web de la artista. Visto en Gizmodo y Daily Mail.
Todo un catálogo de arte bueno (o no tanto).
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