OPINION

Cinco juegos de mesa que todavía no han inventado pero...

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El mundo de los juegos de mesa resultaría amputado o insuficiente sin estas esparcitivas diversiones que todavía no existen pero que, dentro de poco, estarán cogiendo polvo encima de los armarios de todos los domicilios de España. Porque divertir significa entretener y recrear pero también apartar, desviar o alejar. Y aquí no hay nada que ver. Circulen.

¡RESCATE! Es como el Monopoly pero con algunas diferencias. Por ejemplo, no hay casilla de cárcel. Y los participantes no empiezan con dinero sino con enormes deudas. La cosa consiste en tener menos y menos. Gana el jugador que deje el pufo más grande (que deben pagar los demás).

CODICIA. Divertido entretenimiento para la familia. En este juego de participación el truco consiste en que los jugadores se queden sin nada. Todos pierden. Luego se les pasa un recibo.

EL JUEGO DEL ERE. La banca (o madre) tiene que expulsar al resto de jugadores procurando que elijan las fichas malas o con truco. El secreto está en que la banca (o madre) sólo reparte fichas malas o con truco.

GOBIERNO. Las reglas de este pasatiempo son muy sencillas: una vez dispuesto el tablero y las fichas, se tiran los dados y los participantes se levantan de la mesa y se van a hacer sus cosas.

SOY ARTISTA. Aquí los jugadores tratan de engañarse entre sí intercambiándose piezas que no saben si valen algo o no. El juego termina cuando se dan cuenta de que todo es una mierda muy grande.

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