Atraca una tienda y se queda atrapado al confundir “tirar” con “empujar”

El premio al ladrón más torpe de este año ya tiene justo ganador: James Allan, de 28 años, británico pero sin domicilio fijo y un hombre descrito por su propio abogado como un auténtico "inepto e incompetente".

Lo ha dibujado así su letrado en el juicio que se ha celebrado contra este ladrón de una tienda de prensa de Oxford, comercio al que había accedido para llevarse la recaudación a punta de pistola, pero del que no pudo salir al confundir el sentido de giro de la puerta, que permanecía abierta en todo momento.

Todo ocurrió el pasado 2 de marzo, cuando James Allan entró en el establecimiento cubierto con un pasamontañas y portando una pistola de juguete, haciéndose con un botín de sólo 134.98 £ tras amenazar a la dependienta, la señora Angela Croke.

Después de tomar el dinero, James intentó salir corriendo, empujando la puerta en vez de tirar de ella. Como no podía abrirla empezó a ponerse nervioso y se quitó el pasamontañas, dejando al descubierto su rostro a las cámaras de circuito cerrado de televisión.

Ante la impotencia existencial, se puso a patear un panel cerca de la puerta, rompiendolo de una patada mientras caía al suelo torpemente. Así que ante la amenza de que aquel loco le destrozara el local para salir por las paredes, tuvo que acercarse tranquilamente la Sr. Croke y abrirle la puerta en la dirección correcta para que pudiera escapar.

El ladrón fue encontrado por la policía en la misma carretera donde se ubica la tienda tres horas más tarde, justamente cuando arrojaba el arma en un contenedor cercano y con el pasamontañas todavía en su bolsillo. Cuando le pusieron en la parte trasera del coche, los agentes afirman que de inmediato el acusado se puso a llorar.

El bueno de James, gracias a los atenuantes de “ingenuo, torpe e incompetente”, ha sido condenado a tres años por el robo y dos años más por posesión de un arma de fuego de imitación.

Todos los detalles de este estrambótico juicio son del Oxford Mail