OPINION

Un trago de agua en la piscina más concurrida del planeta

“El agua está tan limpia que se puede beber”. Esa es la conclusión que ofrece el reportero gráfico Michael Yamashita en una serie de fotografías recientemente publicadas en las que muestra cómo los japoneses se mantienen frescos en medio de una ola de calor abrasador. Es el Tokio Summerland, un popular parque acuático que alberga la piscina de olas más llena de gente del mundo.

Durante el verano, se ha dicho que hay tantas personas apretujadas allí que es difícil encontrar agua en el interior de la piscina porque es, literalmente, un mar de cabezas. Yamashita ha recibido un número sorprendente de reacciones negativas a estas imágenes, un número de espectadores occidentales que se sienten horrorizados, “con náuseas y asco en general”, por el gran número de nadadores que se apretujan en estos mega-grupos.

Pero no hay nada como tocarle a un japonés su sentido de la limpieza para que ofrezca, cuando menos, una explicación convincente.

Yamashita asegura que no hay duda que, dado el calor, la humedad y la población de Tokio en el verano, las multitudes en cualquier piscina van a poner a prueba los límites de control de masas y de saneamiento. “Sin embargo, Japón está preparado para ello y se las arregla para mantener a todos felices y fresquitos, no importa lo repleta que esté la piscina...moviendo el agua en lugar de a los nadadores”.

Así los usuarios no tienen necesidad de nadar para refrescarse y todos se quedan más juntos, entrando más aforo. También cuentan con corrientes circulares en los que la masa de gente se mueve toda junta en el mismo sentido y no permanecen anclados en zonas. “Y, por supuesto, los japoneses, por tradición y costumbre, son sin duda el más limpio de los pueblos. Y el agua de estas piscinas es lo suficientemente limpia como para beberla”.

¿Echarías tú un buchito de agua en esta piscina aunque te la ofrezca Yamashita en vaso? ¡Queremos saber de tus tragaderas!

http://youtu.be/UOPEihOcKjM

Puedes ver el fantástico trabajo de Michael Yamashita aquíLa entrevista es de My Modern Met. Vía My Modern Met.

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