OPINION

Si no funciona, ¡échale zombies!

Zombies
Zombies

Los muertos vivientes se encuentran entre nosotros y pegan con la misma fuerza que desde hace unos años se pusieran de moda. De hecho, a partir de que naciera la archiconocida ‘Guía de supervivencia zombie’ parece fórmula segura hacia el éxito incluir unos cuantos comedores de cerebros en cualquier libro, película o videojuego que se precie.

Claro que para todo existen límites. ¿O no? Si ya chocaba un poco enfrentarse a hordas descompuestas en Call of Duty, más aún verlos devorar personas en la victoriana época de ‘Orgullo y prejuicio’. El fenómeno se ha desmadrado y está fuera de control.

El zombie clásico es recurrente en la mitología universal. Probablemente uno de los primeros libros donde se le hace referencia sea la misma Biblia, en el día del Juicio Final del Apocalipsis, donde dice claramente que “los muertos se levantarán de sus tumbas”. Eso es un zombie en toda regla.

Pero la pasión no-muerta de los últimos años no viene heredada de libro sagrado alguno, sino de (como muchas otras cosas) Estados Unidos. A los norteamericanos les encantan los zombies.  ¿Por qué? Tripas, gore y pólvora a raudales son las claves para no matarse mucho con el guión y enganchar al espectador poco exigente.

Claro está que también hay excepciones, empezando por el padre de la criatura cinematográfica, George A. Romero, donde entre desmembramiento y desmembramiento existe un hueco de reflexión en que meditar sobre los problemas de la sociedad occidental contemporánea… después continúa el baile de vísceras.

Si a esto le añadimos la norma no escrita de no tomarse muy en serio ninguna producción donde el tema central sean los no muertos, llegaremos a una conclusión sencilla: los zombies enganchan, y no son especialmente  puntillosos de meter hasta en la sopa. Acabamos de descubrir la gallina de los huevos de oro.

Y por nosotros, que siga así, la imparable industria del entretenimiento no deja de deleitarnos con estreno zombies por mes. Si el dramón ‘The Walking Dead’ ya va por la tercera temporada, dentro de unos meses tendremos la i-ésima entrega de la saga Resident Evil, donde por cierto pasaron de los no-muertos a sectarios gallegos (sic), indígenas africanos y ahora, dicen, volverán a sus inicios.

¿Literatura? Aquí es cuando la cuestión alcanza límites demenciales. ¿Recordáis después del Código Da Vinci cuando todas las librerías se plagaron de bestsellers  de conspiraciones religiosas? Pues igual. Eso sí, son honrosas excepciones la estupenda Guía de Supervivencia Zombie y Guerra Mundial Z, ambas de Max Brooks y en camino de transformarse (cómo no) en largometraje y posiblemente videojuego.

Por supuesto, los estadounidenses no son los únicos que han querido subirse al lucrativo carro zombie. Sin ir más lejos, dentro de nuestras fronteras acaba de nacer una original propuesta, Deadlight, survival horror (videojuego de terror) desde una perspectiva 2D muy poco utilizada hasta el momento. Puestos a hablar de perspectivas innovadoras, tampoco podíamos dejar de nombrar la triunfadora saga española REC, grabada cámara en mano y cuya irreverente última entrega salió hace pocos meses.

http://youtu.be/R5xK8Z6zSPE

Para concluir, digamos que aunque el mundillo zombie todavía tiene pinta de dar mucho más de sí, ha sido inevitable que otros seres de pesadilla se hayan metido a sacar tajada. ¿’Orgullo y Prejuicio y Zombies’ triunfó? Pues también publicamos ‘Sentido y Sensibilidad y Monstruos Marinos’ (si cuela, cuela). ¿El remake de Van Helsing mezclaba a Frankenstein con hombres lobo y drácula? Pues yo convierto a Abraham Lincoln en un héroe matador de chupasangres parapetado sobre millones de efectos especiales y a correr. ¿Quién dijo que no se puede?

Las imágenes de freepciturealbum y lollipopchainsaw

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