Denuncia al ortodoncista después de llevar ‘braquets’ durante 11 años

La víctima, el día que "celebró" su orto-liberación y hoy en día, aprovechando dosificando su sonrisa.

Once años llevando aparato corrector en la boca, casi tantos como pasó el Conde de Montecristo encerrado en la cárcel, tramando su venganza. Devin Bost, un australiano de 22 años, se liberó de su ortodoncia a los 18 años, momento que recoge la imagen de la izquierda. Aquel día pudo ver sus dientes en directo por primera vez desde los siete años: dos hileras de molares, caninos e incisivos blancos y perfectamente alineados. Sin embargo…

Sin embargo, cuatro años después Devin ha decidido denunciar a su ortodoncista, Brad Chvatal, al que acusa de provocarle heridas permanentes en sus dientes, boca y encías. Muchos de aquellos dientes, que lucían sanos y relucientes hace sólo cuatro años están hoy podridos. El paciente exige al ortodoncista 185.000 dólares en concepto de daños y perjuicios: toda una infancia y adolescencia con ortodoncia no dejan a nadie incólume.

Un tratamiento de ortodoncia en niños rara vez se extiende más allá de los dos años. En el caso del pequeño Devin duró 11 larguísimos años. Sin embargo, los resultados distan de estar a la altura del esfuerzo. Desde que consiguió liberarse de su prisión metálica, la boca del demandante ha sido un campo de batalla de otros dentistas, intentando arreglar el desaguisado del primero: varias de las piezas dentales de Bost han de ser reemplazadas por implantes, pero en muchos lugares esto  es imposible, en tanto la podredumbre del diente ha alcanzado la mandíbula, alega un equipo mixto de dentistas y abogados.

Además de los gastos médicos ocasionados por la negligencia del ortodoncista, Bost exige 150.000 dólares en concepto de daños morales. No olvidemos que el hombre pasó toda su infancia y adolescencia con un aparato en los dientes, con la merma de autoestima y posibilidades románticas que ello implica.

Visto en Oregon Live, vía News.com.au.