OPINION

Diez cosas horribles que hacemos a nuestras mascotas

perfume_varias_fragancias
perfume_varias_fragancias

Lo de “tener una vida de perro” no es expresión que surgiera un día de la nada. Nuestras mascotas sufren a lo largo de su existencia innumerables vejaciones muy puñeteras de mano de sus supuestos protectores: nosotros mismos.

Que si teñirles de colores, que si ponerles ropitas -que están muy monos-. A continuación una buena lista de cosas que nuestros animales nos podrían reprochar si un día se les ocurre aprender nuestro idioma.

1. Perfumes

Para nosotros: Un producto para disimular el olor natural de nuestros animales y sustituirlo por una fragancia más al gusto humano.

Para ellos: Un líquido muy frío que me echan por todo el cuerpo, me deja todo húmedo y me hace oler a lo mismo que echan en el váter. Creo que me tendré que revolcar en aquel charco de barro.

2. Vestidos

Para nosotros: ¡¡¡AY!!! ¡Qué mono! ¡Si parece un marinerito!

Para ellos: ¿Qué es esto? ¿Qué pretenden? Y si tiro con las patas traseras… qué cosa más incómoda. ¿Qué hago yo con esto?

3. Tintes

Para nosotros: Mi Manolito en rosa está la mar de divino, igualito a su mamaíta ¿Verdad mi Manolito?

Para ellos: Sólo sé que me escuece el hocico, la piel y tengo un aspecto ridículo.

4. Casetas

Para nosotros: Un lugar perfecto para que duerman en el jardín a salvo del frío y de la lluvia.

Para ellos: Mírame a los ojos, humano, y entiende mi mensaje: “A mi también me gusta dormir en casa”.

5. Cascabeles

Para nosotros: Es la mar de útil, así puedo saber en cada momento por donde anda.

Para ellos: ¡¡¡Agh!!! ¡Me está taladrando los oídos!

6. Correas o silbatos de adiestramiento (especialmente agresivas)

Para nosotros: Es una herramienta útil para que el animal aprenda a obedecer las normas.

Para ellos: Mi amo es un sádico sociópata que no duda en provocarme dolor. Mejor no cabrearlo.

7. Residencias

Para nosotros: Un lugar donde (por un pastizal) dejar a nuestro animal en vacaciones.

Para ellos: ¡Eh! ¡Un momento! ¿Dónde vais? ¡Eh! ¡Volved aquí! ¡No me dejéis sólo! ¡Volved! ¡VOLVED!

8. Pienso

Para nosotros: No le des nada más que no le sienta bien al estómago, con esto tiene todo lo que necesita.

Para ellos: Ellos comiendo esas deliciosas chuletas y yo con estas bolas insulsas de siempre. Voy a ver si poniendo carita de pena….

9. Castración

Para nosotros: Desde que le quitaron sus partes, está mucho más dócil, cariñoso y no me tengo que preocupar de que marque toda la casa.

Para ellos: ¡Oh no! ¡Oh no! ¡Oh no! ¿Por qué? ¡¿POR QUÉ?!

10. Cochecitos de bebé

Para nosotros: Así me lo puedo llevar a donde quiera ¡y parece un bebé!

Para ellos: ¿Qué habré hecho para que me encierren aquí dentro? Qué mareo… con lo a gusto que se está yendo a pata.

*Mención especial: Cirugía plástica

Los concursos de belleza (de animales también) han hecho mucho daño. Hasta el punto de dedicarnos a mutilar tranquilamente a nuestras mascotas sólo para adaptarlas a no-sé-qué estupidez de cánones.

O llegando incluso al caso de esta señora, que se gastó miles de dólares en hacer que su perro tuviese la misma cara que Ralph Fiennes.

La última imagen, una broma del programa británico "Brass Eye" que esperamos nunca se haga realidad.

Gracias al señor Sáez de Ynestrillas por llamarnos la atención sobre este punto.

Mostrar comentarios