OPINION

Nuevo caso de un sordo que es apuñalado al confundirse sus gestos con códigos pandilleros

El pasado 9 de enero Terrance Ervin Daniels, de 45 años, un ciudadano sordo de Burlington, Carolina del Norte, estaba hablando con un amigo mediante el lenguaje de signos cuando fue brutalmente apuñalado por el joven de 22 años Robert Jarell Neal, quien confundió los gestos de la víctima con algún tipo de código de los que utilizan las pandillas o maras de delincuentes para comunicarse.

Por sorprendente que parezca, no es la primera vez que sucede: que alguien confunda el lenguaje de signos que emplean los sordos con las señas de se hacen los pandilleros y el error acabe en baño de sangre.

Mientras el agredido se encuentra en condición estable y evoluciona favorablemente de las heridas recibidas –todas en el tronco superior y provocadas por un cuchillo de cocina–, el agresor (en la foto) fue rápidamente localizado y ha pasado a disposición judicial con una fianza de medio millón de dólares.

Por inverosímil que resulte, se podría pensar que el ataque sucedió fruto de una desgraciada coincidencia. Pero se da la circunstancia de que existen antecedentes: en el mes de mayo de 2011, y como ya reportara este blog, tres personas con deficiencias auditivas fueron atacadas a cuchilladas en un bar de Florida al ser confundida su forma de comunicación con algún tipo de gesto amenazante de los que suelen utilizar las bandas locales.

Parece que no corren buenos tiempos para los sordomudos de América, donde su discapacidad no deja de generarles problemas. En 2009 una niñita de 10 años y su familia fueron atacados por una mujer que confundió los esfuerzos de la pequeña por leer sus labios con una intensa mala mirada.

Cuanto más le decía la furibunda mujer “¡Deja de mirarme así!” más se concentraba la niña en su rostro para intentar descifrar lo que le estaba diciendo.

Vía TIME

Mostrar comentarios