OPINION

Gasta 23.000 euros al año en coleccionar muñecas Barbie: “No puedo evitarlo, es un vicio”

Meet The 'Barbie Man' From Florida
Meet The 'Barbie Man' From Florida
***EXCLUSIVE***HUDSON, FLORIDA - UNDATED: Stanley Colorite, 41, poses for a picture by Spice Girls in his bedroom where his largest part of Barbie collection is displayed in Hudson, Florida.Welcome to the home of Barbie-mad Stanley Colorite - where more t

Si te bautizaron Stanley Colorite muy mal se te tienen que dar las cosas para no tener algún tipo de desviación. La de este Stanley Colorite en concreto es coleccionar muñecas Barbie... y algún Ken que otro. Y no 20 ni 200 sino más de 2.000 Barbies y otros 1.000 Kens, a razón de 23.000 euros anuales en mantener su “vicio”, como el mismo lo define.

Por suerte, este caballero de 41 años tiene sitio en su vivienda para acoger tanta muñeca: su casa tiene siete habitaciones, cuatro de las cuales y ¡ay! el baño están alicatadas hasta el techo de Barbies y Kens, como en un delirante Toy'R'Us monotemático y obsesivo.

Colorite empezó con una muñeca pero rápidamente su colección creció hasta convertir su casa en un museo oficioso de Mattel: “Barbie no es sólo un juguete para niñas, también es un artículo de coleccionista. No puedo parar de coleccionarlas, es como una droga para mí, simplemente no puedo dejarlo”, asegura este barbie-dependiente en una entrevista con la edición británica del Huffington Post.

Entre las joyas de la colección de Colorite está la Barbie Divorciada, que incluye el avión de Ken, la moto de Ken, la limusina de Ken y un vestido diseñado por Oscar de la Renta, obsequio del abogado de Barbie, todo ello valorado en 1.000 euros de vellón.

Pero Colorite no está solo en su “vicio”. Su compañero sentimental colecciona Kens, lo que puede ser indicativo de su condición de pitcher en la pareja. De hecho, ambos se conocieron en una convención de coleccionistas de Barbie. Dennis Schlicker, de 61 años, era ya todo un profesional del coleccionismo cuando conoció al joven Colorite: “Cuando le conocí hace 13 años sólo tenía 150 muñecas”, evoca.

De aquellos inicios humildes a esta alcoba, escenario de inimaginables fantasías, la pareja ha andado mucho. “Cuando un invitado visita nuestro hogar por vez suele quedarse con la boca abierta, sin saber qué decir”. Lógico, ¿qué dirías tú?

Visto en Huffington Post.

Mostrar comentarios