Mujer abofetea a un policía para poder dejar de fumar en la cárcel

El fumar se va a acabar para Etta López, una mujer de 31 años que ha patentado un método tan expeditivo como poco convencional para dejar el hábito: golpear a un policía para ser arrestada y, así, no seguir fumando.

La acusada estuvo varias horas esperando a la salida de la prisión del condado de Sacramento (EEUU) a que saliera un agente de policía. “De pronto, apareció de la nada y sin mediar provocación, me dio un tortazo en la cara”, cuenta Matt Campoy, el policía de la foto. Tal y como había previsto la mujer en su alambicado plan, el agente procedió a detenerla.

Al ser conducida ante el juez, López reconoció el verdadero motivo de aquel atentado a la autoridad: estaba fumando demasiado y no se le ocurrió mejor manera de dejar el hábito que entrar en prisión, lejos de estancos y máquinas de tabaco, pero ¡ay! demasiado cerca de otras tentaciones que la pobre aún no imagina.

“Hay maneras más sencillas de dejar de fumar”, explica un representante de un grupo anti-tabaco de la comunidad. “Si alguien está llegando a estos extremos para abandonar el hábito es que tenemos un grave problema”.

Suicidio por policía

Utilizar a la policía como un pimpampún para conseguir tus objetivos se está convirtiendo en un clásico en Estados Unidos. Menos folklórico y mucho más graves son los intentos de suicidio en los que alguien enarbola una pistola para provocar los disparos de la policía y morir en el intento. Una investigación llevada a cabo en 2009 concluyó que dos de cada tres tiroteos en los que estaba implicado un policía estaban protagonizados por individuos buscaban intencionadamente un tiro mortal. El 97% de ellos lo consiguieron.

Noticia original en WECT.

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