OPINION

El gorila de un zoo acudirá a terapia para tratar su “actitud sexista”

NM_patrick04
NM_patrick04

Patrick tiene 23 años y unas habilidades sociales tirando a escasas: apenas tolera la presencia de otros machos y a la mínima la emprende a golpe con las hembras. El problema es que Patrick pesa casi 200 kilos y es un gorila de lomo plateado. Para enmendar su “actitud sexista”, el zoo de Dallas en el que reside ha decidido trasladarle al zoo de Columbia, donde recibirá terapia para tratar sus problemas de conducta.

Patrick nació en el zoo de Bronx, en Nueva York, donde fue criado por humanos, un factor que parece haber pesado a la hora de tratar con miembros de su misma especie. Cuando fue adquirido por el zoo de Dallas en 1995 el primate ya adolecía de habilidades sociales. Su único amigo por aquel entonces era Jabari, otro gorila de tierras bajas, del mismo tamaño y similares problemas de comportamiento a los de Patrick.

Pero Jabari fue abatido por la policía de Dallas en 2004, después de un intento de fuga en el que hirió a tres visitantes del zoo. Desde entonces, su comportamiento con sus congéneres ha ido de mal en peor, aislándose cada vez más en su recinto. Cualquier parecido con ‘El origen del planeta de los simios’ es pura coincidencia.

Aunque el gorila parece llevarse bastante bien con el personal humano del zoo, a veces la emprende a pedradas con el cristal a través del que los visitantes van a curiosear su simiesca intimidad. Hace un par de años, el zoo adquirió un par de hembras con la intención de emparejar a alguna de ellas con Patrick. El experimento salió rana: Patrick mordió a una de ellas en la pata, cercenando cualquier posibilidad de romance.

Poco después, los responsables del centro volvieron a intentarlo con dos ebúrneas hembras de gorila, pero después de un inicio prometedor la relación se fue al carajo. En cuanto se dio cuenta de que doblaba en tamaño a sus compañeras de celda empezó a ejercer mayor dominio. Finalmente, las hembras le temían tanto que evitaban cruzarse con él bajo ningún concepto, hasta que tuvieron que separarlas a un recinto diferente.

Después de 18 años intentando corregir el díscolo carácter de Patrick, los cuidadores del zoo de Dallas han tirado la toalla y le han pasado el marrón a sus iguales del zoo de Columbia, un centro especializado en tratar conductas anómalas entre los primates. Por si acaso, Patrick vivirá desde el principio en una jaula de soltero y sólo podrá ver a sus congéneres a través de un cristal, como si él mismo fuera el visitante del zoo.

Con información de Reuters y Dallas News.

Mostrar comentarios